Es sabido que con la llegada de fin de año, comienzan los festejos y cierres de ciclo, y esto trae aparejado el uso más frecuente de pirotecnia y elementos que provocan ruidos por fuera de la media, lo que impacta directamente en la salud de las mascotas. Si bien algunas localidades argentinas han implementado restricciones al uso de pirotecnia, aún no existe una ley nacional que regule de manera integral su uso. Por eso, es muy importante tomar recaudos previos, para evitar malos tragos tanto en los animales como en la familia que los rodea.
Si se toma el caso de los perros y los gatos, estos poseen un sentido del oído mucho más desarrollado que el del ser humano, haciéndolos extremadamente sensibles a ruidos fuertes y repentinos como los producidos por la pirotecnia. Además, su instinto de supervivencia los lleva a percibir estos ruidos como una amenaza inminente, desencadenando una respuesta de miedo y ansiedad.
“Los estruendos y destellos de la pirotecnia provocan en las mascotas una liberación masiva de adrenalina y cortisol, hormonas del estrés. Esto puede generar taquicardia, respiración acelerada, temblores, salivación excesiva, intentos de escapar, e incluso conductas destructivas. En casos severos, puede llevar a ataques de pánico y a problemas cardíacos”, explica Laura Espinosa Caixedo (MN 9666), médica veterinaria.
Si bien no todos los animales presentan las mismas reacciones, cada uno tiene una sensibilidad individual a los ruidos fuertes, que se puede ver reflejada en una reacción leve, mientras que en otros casos, pueden experimentar un terror intenso. La raza, la edad, las experiencias previas y el temperamento en cada caso, son factores que influyen en la respuesta de la mascota.
De acuerdo a la experta, la habituación temprana a diferentes tipos de ruidos es fundamental. Se refiere a los cachorros, y sugiere ideas prácticas como utilizar grabaciones de sonidos a bajo volumen y aumentar gradualmente la intensidad, por poner solo un ejemplo.
Para evitar una mala experiencia frente al uso cercano de la pirotecnia, y que los animales domésticos puedan convivir con esta época del año, Maximiliano D’ Elia, Gerente de Marketing de Iké, la compañía que ofrece un servicio de obra social para mascotas, brinda una serie de consejos para cada momento:
Antes:
- Identificar si la mascota tiene miedo a los ruidos fuertes y buscar ayuda profesional si es necesario.
- Crear un ambiente seguro y tranquilo en casa, con escondites donde el animal pueda sentirse protegido.
- Consultar con el veterinario sobre posibles tratamientos o medicamentos para reducir la ansiedad.
Durante:
- Mantener a la mascota en un lugar seguro y tranquilo, lejos de las ventanas.
- No dejarla sola, acompañarla y ofrecerle confort.
- Evitar castigarla o regañarla por su reacción, ya que esto solo aumentará su miedo.
Post:
- Si la mascota ha mostrado signos de estrés, ofrecerle tiempo para recuperarse y volver a la rutina normal.
- Reforzar los comportamientos positivos y ofrecerle recompensas.
- Considerar terapias conductuales para ayudar a superar el miedo a largo plazo.
Concientización sobre el uso de pirotecnia
La pirotecnia no solo afecta a los animales domésticos, sino también a las personas y al medio ambiente. “Por eso resulta fundamental promover la concientización sobre el impacto negativo de la pirotecnia en ellos, a través de campañas de difusión, educación sobre alternativas más seguras y respetuosas, y la incentivación sobre una legislación que restrinja su uso”, asegura D’ Elia.
Por su parte, Espinosa Caixedo, que pertenece a la red de médicos veterinarios que colabora con Iké, explica que la exposición frecuente a la pirotecnia puede generar trastornos de ansiedad generalizados, fobias y dificultades para adaptarse a nuevas situaciones. Y en casos extremos, puede llevar a problemas de comportamiento crónicos y afectar la calidad de vida de la mascota.
Para evitar el sufrimiento del animal, detalla que existen diversos productos y métodos, como feromonas sintéticas, adaptadores de sonido, música relajante, productos naturales a base de hierbas y medicamentos recetados por el veterinario, aunque advierte que la medicación debe ser siempre prescrita por un veterinario y utilizada bajo su supervisión. No se recomienda automedicar a las mascotas.
Un dilema al que muchas personas se ven expuestas es qué sucede con las mascotas que quedan solas en el hogar durante los festejos. “Lo ideal es dejar la casa en un ambiente tranquilo y seguro; proporcionar escondites y refugios para el animal; dejar luces encendidas y música suave; asegurar un suministro adecuado de agua y comida; y/o considerar la posibilidad de contratar a un cuidador o dejar a la mascota en una guardería”, aconseja D’ Elia.