Convocamos la opinión de los aseguradores para evaluar los resultados del mercado al 30 de junio de 2022, en base a los datos recientemente publicados por la SSN. Participan Juan Carlos Mosquera, Presidente de Aseguradores del Interior de la República Argentina (ADIRA); Juan Carlos Lucio Godoy, Presidente Ejecutivo de Río Uruguay Seguros (RUS); Osiris Trossero, Director de RRPP y Servicios al Productor Asesor de Seguros del Grupo Sancor Seguros; Juan Ignacio Perucchi, Gerente General de Libra Seguros; y Mariana Mayer, Gerente de Estrategia y Control de Gestión de Intēgrity Seguros.
Escribe Lic. Aníbal Cejas
En primer término, Juan Carlos Mosquera, recientemente reelecto como Presidente de Aseguradores del Interior de la República Argentina (ADIRA), evaluó: «Los resultados del mercado asegurador al cierre del ejercicio -30 de junio del 2022- han sido negativos. En su conjunto han mostrado una pérdida superior a los 91 mil millones de pesos, que representa el 5,73% de la prima devengada.
Si observamos el primer trimestre de este año -cerrando a marzo 2022- vemos que el mismo era de 45 mil millones de pesos. Partiendo de esta cifra, podemos ver cómo incidió la inflación en los meses siguientes y el deterioro que generó al presente ejercicio.
Ante este escenario que describimos, otro tema a tener en cuenta es el vinculado a las rentabilidades financieras que siempre han sido el motor que acompaña el proceso y el que ha permitido históricamente equilibrar, y en algunos casos mejorar, el negocio. Pero en este 2022 no acompañó a las aseguradoras para mostrar resultados positivos y esto nos preocupa, ya que no permite al sector ser sostenible en el tiempo. Consideramos que es fundamental revertirlo rápidamente».
Ante esta afirmación, la pregunta que se impone es: ¿de qué manera las aseguradoras pueden revertir las pérdidas? Mosquera respondió: «No existe una única acción que se pueda tomar para revertir las pérdidas. Consideramos que tenemos que trabajar en un conjunto de acciones. Gran parte de los operadores de mercado han empezado a ajustar sus tarifas, y/o también están revisando sus productos en términos de franquicia y de determinadas variantes para comenzar a revertir los resultados negativos. El sector en particular y la sociedad en su conjunto, vive un presente en el que se conjuga la inflación con la salida de la pandemia.
Las empresas aseguradoras no modificaron sus tarifas durante dos años y hoy la actividad, en general, vuelve a niveles habituales. Un aspecto concreto que miramos las aseguradoras es, por ejemplo, la circulación de vehículos que ya es muy similar a la que había antes de la pandemia.
Ante esta situación, las compañías tienen que responder a las pólizas y es aquí donde se están revisando los productos ofrecidos para ajustar aquellas variables que permitan mejorar la rentabilidad. Por otra parte, se están diversificando las carteras orientándolas a productos que desde el punto de vista siniestral tengan otro comportamiento más saludable.
Otro capítulo es el relacionado a los riesgos del trabajo que han arrojado también resultados negativos. El mercado asegurador, acatando con responsabilidad lo resuelto por el gobierno, atendió todos los problemas que ocasionó el Covid. En este marco, es que las empresas también están revisando los productos.
Por el lado del agro, observamos un escenario complejo en donde a nivel mundial los mercados miran con atención la guerra entre Ucrania y Rusia, y a nivel local miramos con incertidumbre la presente campaña, ya que está cada vez más afectada por las cuestiones climáticas que seguramente repercutirán en una caída de la producción de granos, motor fundamental de la economía de nuestro país.
En este marco, los operadores del mercado asegurador están muy atentos para actuar con responsabilidad, calibrando y ajustando las medidas más conducentes para poder equilibrar y acomodar sus números ya que, como decía anteriormente, estos resultados no son sostenibles en el tiempo.
Las empresas no pueden sobrevivir sin un resultado positivo. Es un momento complejo con un contexto que no está ayudando, pero somos optimistas y entendemos que de a poco todo se irá acomodando a través de decisiones de negocios estratégicas que permitirán enfrentar y sortear este presente».
Juan Carlos Mosquera, Presidente de Aseguradores del Interior de la República Argentina (ADIRA); Juan Carlos Lucio Godoy, Presidente Ejecutivo de Río Uruguay Seguros (RUS); y Osiris Trossero, Director de RRPP y Servicios al Productor Asesor de Seguros del Grupo Sancor Seguros.
Datos a junio
Según datos de la SSN, el Patrimonio Neto del sector se ha deteriorado en el último año. Se redujo 3,66% en términos reales, en 12 meses. De los $ 580.435 millones de junio de 2021 se pasó a $ 867.340 millones a junio 2022.
Todo esto en un contexto en el cual las Primas Emitidas del mercado crecieron en términos reales +6,8%.
Pero las grandes pérdidas financieras (-$231.536 millones) voltearon cualquier posibilidad de obtener resultados positivos.
Mejorar la productividad
Luego, convocamos el punto de vista de Juan Carlos Lucio Godoy, Presidente Ejecutivo de Río Uruguay Seguros (RUS), sobre la coyuntura actual que atraviesa al sector: «La situación del mercado asegurador es el reflejo de la situación actual del mercado en general y de cómo lo afecta la economía argentina.
La inflación y la remarcación de precios ha dañado al sector asegurador de tal manera, que causa complicaciones a la hora de cumplir, por ejemplo, con el resarcimiento de un siniestro que cuando sucede hay faltantes de cubiertas para reponer o valen el doble que en Uruguay o en Chile y se venden en dólares. Esta complejidad económica ha afectado más de la cuenta al sector asegurador y las perspectivas no son buenas, porque cuesta que todo el ecosistema asegurador se ponga de acuerdo y lo entienda.
Actualmente, existe un problema de comprensión de la complejidad de lo que implica todo esto y no todos los actores que trabajan en el ámbito asegurador piensan de la misma manera. Un ejemplo de esto es cuando se aumentan los precios del seguro y hay muchos que están en desacuerdo pero, sin embargo, no se molestan si tienen que pagar o invertir el doble en otro lado. No es lo mismo estar en la empresa que estar intermediando o que estar comprando. Eso es lo que me hace tener cierto pesimismo hacia el futuro, aunque tenga algún optimismo respecto de la economía en general del país, pero no hay derecho a que quienes paguen las consecuencias de todo esto sean las aseguradoras, en este caso».
Además de los factores externos puestos de relieve por Godoy, el ejecutivo también se abocó a destacar algo que sí pueden hacer las aseguradoras: mejorar su productividad.
Al respecto, el timonel de RUS señaló: «La productividad se mejora con tecnología, no hay otra manera de hacerlo. Ahora, si a la productividad la medimos en términos monetarios exclusivamente, el precio debería ser mayor y contener los costos de siniestros, los operativos o los de comercialización. Esas son las dos alternativas para mejorar la productividad: la incorporación de la tecnología y la mejora de la ecuación precios-costos para que pueda haber un futuro promisorio.
Sin embargo, y lamentablemente, la desunión que hay en el sector asegurador, con más cámaras que empresas, no permite que tengamos una política coherente con el sistema que estamos viviendo. Es por esto que, desde mi lugar, trabajo y lucho por la unidad del sector asegurador para que tengamos una propuesta política integral y que no sigamos en la diáspora, porque eso no beneficia al sector».
El rol del PAS
A continuación, Osiris Trossero, Director de RRPP y Servicios al Productor Asesor de Seguros del Grupo Sancor Seguros, reflexionó sobre el papel del PAS en el desarrollo del mercado.
En este sentido, puso de relieve la labor de los corredores para superar la pandemia: «La industria aseguradora en su conjunto (con mención especial de los Productores Asesores) protagonizó su transformación digital en un contexto de pandemia, con alta inflación y cambios macroeconómicos y regulatorios permanentes.
Frente a semejante reto, el sector salió fortalecido: se logró acompañar y adaptar el servicio y los procesos al nuevo contexto, y quedó en evidencia la importancia de contar con seguros para la protección de la vida y el patrimonio».
Más adelante, Trossero sintetizó los desafíos del sector: «El mercado asegurador tiene por delante diversos desafíos, como ser:
• Completar la transformación digital de las compañías y de los Productores Asesores de Seguros.
• El impulso a la cultura aseguradora, especialmente entre los jóvenes, y el logro de una propuesta de valor que responda a las necesidades de este segmento.
• Convertirnos, como industria, en un eslabón clave en el crecimiento y transformación del país, para salir progresivamente de la crisis».
En este contexto, el ejecutivo describió la situación de los PAS: «El rol del PAS está en plena reconversión, orientada a potenciar aspectos vinculados al asesoramiento y completar la transición hacia lo digital. Estamos convencidos de ello, y por eso contamos con diversos programas especialmente diseñados para apuntalar este objetivo y continuar profesionalizando a los miembros del cuerpo de ventas.
Cabe destacar que en el Grupo Sancor Seguros, desde nuestro origen, los PAS son nuestros aliados estratégicos en el negocio, en tanto principal canal comercial, y constituyen uno de los grandes motores que impulsa nuestro crecimiento».
Juan Ignacio Perucchi, Gerente General de Libra Seguros; y Mariana Mayer, Gerente de Estrategia y Control de Gestión de Intēgrity Seguros.
Recuperar la macro
Más adelante, Juan Ignacio Perucchi, Gerente General de Libra Seguros, definió: «La actual situación del mercado presenta algunas dificultades de distinto orden. Seguramente, la dimensión económica tiene un alto impacto ya que afecta tanto los resultados técnicos como financieros, todos sabemos de la importante pérdida financiera en este último semestre, como así también que se debe tener conciencia del impacto sobre la solvencia de las compañías que conlleva una guerra tarifaria; lo que podría ser una solución a corto plazo, a partir del efecto de caja, en el mediano y largo plazo es realmente un ‘atentado’ a la estabilidad del mercado asegurador en general.
Otra dimensión que agrava la actual situación son los altos índices de siniestralidad, tanto en frecuencia como en intensidad. En toda crisis económica se disparan dichos índices, pero los actuales están muy por encima de los históricos, es por ello que debemos tomar fuertes medidas en el combate al fraude.
Tenemos grandes desafíos por delante y mucho por hacer, hoy nuestras carteras están conformadas en un 75% por seguros obligatorios, tenemos que trabajar fuertemente como industria en generar conciencia aseguradora y tener una oferta innovadora en productos y servicios. Estoy absolutamente convencido que tenemos esa capacidad, que podemos transformar nuestra industria desde la oferta escuchando y respondiendo a la demanda.
La industria ha pasado otras grandes crisis y siempre dio respuestas, no va a ser esta crisis la excepción».
En efecto, según datos de la SSN a junio de 2022, los seguros de Automotores y Riesgos del Trabajo representaron 64% del total de la producción de seguros, que alcanzó los $ 1.714.609 millones. A esto hay que sumar muchas otras coberturas obligatorias, como Vida Colectivo, que suma otros $ 98.277 millones.
Automotores alcanzó los $ 689.803 millones, y Riesgos del Trabajo $ 385.081 millones; $ 1.074.884 millones entre ambos ramos.
Más adelante, consultamos a Mariana Mayer, Gerente de Estrategia y Control de Gestión de Intēgrity Seguros, respecto de la marcha del sector. Al respecto, la ejecutiva detalló: «La situación actual del mercado de seguros es muy compleja y eso se pudo ver en los resultados del último Balance presentado por las compañías con pérdidas récords en casi dos décadas.
Los costos inciertos y crecientes, el aumento de la frecuencia siniestral, los ajustes de tarifa atrasados y los resultados financieros con tasa real negativa constituyen un combo difícil de sortear y que pone a prueba la seriedad y solvencia del mercado».
La inflación
Para finalizar, abordamos nuevamente el tema central de la macroeconomía actual: la elevadísima inflación.
En este sentido, Perucchi se refirió a los estragos que causa la inflación en el sector: «La inflación trastoca absolutamente todos los parámetros del negocio, desordena los precios relativos y en el caso del mercado asegurador es significativo, ya que establecemos precios que durante la vigencia de la póliza se van deteriorando, en síntesis, respecto al cuánto diría que mucho.
Hoy es muy complejo poder determinar un valor de reposición, o porque no lo hay o por los sobreprecios manifiestos. Muchas de las partes que se utilizan para las reposiciones son importadas y, en este sentido, hay muchos faltantes, es por ello que se dificulta la respuesta a los asegurados.
Por otro lado, y hablando en términos de resultados financieros, la imprevisibilidad de la tasa inflacionaria frente a los rendimientos financieros está desbalanceada y con resultados negativos.
Recobrar la estabilidad macroeconómica es fundamental, no solo para nuestra industria, sino para construir un horizonte como país que facilite el desarrollo de las empresas y personas».
Para finalizar, Mayer apuntó: «La inflación provoca distorsiones y una enorme ineficiencia en la gestión de los negocios. La mayor incertidumbre se da en las coberturas de responsabilidad civil frente a terceros en los que, por diversas causas, media un plazo prolongado de tiempo entre la ocurrencia del siniestro, la determinación de los daños y la imputación de responsabilidad (cola larga en la jerga del sector).
El contexto de altas tasas de inflación afecta seriamente la previsibilidad de estos riesgos. Particularmente las sentencias judiciales con un abanico de criterios amplísimo y con mecanismos de ajustes financieros que muchas veces duplican la actualización de conceptos, impactan de lleno en la esencia misma del seguro que es cobrar una prima por un determinado riesgo.
Por otro lado, los siniestros de reparación y repuestos tienen costos inciertos y crecientes. Ante la necesidad de generar caja, se plantea también una guerra de precios que forma una espiral perniciosa en la solución de estos problemas».