El informe de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT) sobre la situación de género en el sistema de riesgos del trabajo del 3er trimestre de 2020 revela los factores determinantes en el mercado laboral.
Los estereotipos de género continúan segmentando las ocupaciones. El 61,6% de las mujeres cubiertas por el sistema de trabajo se agrupan en actividades relacionadas con servicios sociales. El 31,3% en administración pública, el 12,8% en servicios de hogares privados que contratan servicio doméstico, el 11,8% en enseñanza y un 5,7% en salud humana. En los varones, la población es más joven y su distribución por actividades presenta mayor heterogeneidad. La administración pública concentra el 19,7%, un 17% trabaja en industria manufacturera, un 13,8% en comercio, reparación de vehículos automotores y motocicletas, un 8,1% en servicio de transporte y almacenamiento, y un 5,8% en construcción.
El informe expone la caída en la cantidad de trabajadoras y trabajadores cubiertos durante el 3er trimestre del 2020, 4% menos de varones respecto a igual período del año anterior y3,6% menos de mujeres. La mayor merma en las trabajadoras se dio en los servicios de alojamiento y servicios de comida con una caída del 17,5%.En las trabajadoras de casas particulares la caída alcanzó el 8,9%. La población total cubierta, trabajadoras y trabajadores asalariados registrados, consta de un 42,5% de mujeres y un 57,5% de varones.
Respecto al plano salarial, en septiembre la brecha fue equivalente al 16,4%. El salario bruto promedio del total de trabajadores de unidades productivas fue de $67.650, y el de las trabajadoras de unidades productivas fue de $58.038. En este punto, vale recordar que el informe tiene como universo de análisis a las y los trabajadores asalariados registrados y con cobertura.
La brecha salarial en detrimento de las mujeres se repite como patrón en la generalidad de las actividades, independientemente que sea mayor la cantidad de mujeres respecto a los hombres empleados.
En la administración pública, que es la actividad con mayor número de trabajadores y en donde el número de mujeres es mayor – hay 0,7 hombres por mujer-, las mujeres cobran un 5% menos que los hombres.
En la enseñanza superior y formación de posgrado la población femenina cobra en promedio un 3% menos que la población de trabajadores varones. En los servicios de transporte automotor, donde la relación es de 17 hombres por mujer, la diferencia salarial muestra que, en promedio, las mujeres cobran el 20% menos que los varones. En los servicios de expendio de comidas y bebidas, la cantidad de mujeres y varones es pareja representan en cada grupo el 0,7% y 0,6% respectivamente, y las mujeres cobran un 12% menos.
La construcción es la excepción, con 15 varones cada 1 mujer, representa el 1,2% del total de trabajadores cubiertos, y apenas el 0,2% de las mujeres con cobertura. Sin embargo, esta ocupación históricamente masculina, muestra que en el mes de septiembre de 2020 las mujeres cobraron en promedio un 37% más que los hombres. Se puede percibir quela mayor parte de los varones de esta actividad son obreros, mientras que las mujeres son profesionales.
En relación a la litigiosidad del sistema, durante el 3º trimestre de 2020, se notificaron un total de 13.033 juicios al Registro Nacional de Litigiosidad. El 40,6% de las demandas judiciales de las mujeres estuvieron vinculadas a un accidente de trabajo y el 27% a accidentes in itinere. En los varones las demandas por accidentes de trabajo representaron el 55% de los juicios, mientras que por accidentes in itinere el 16%.