La inteligencia artificial (IA) está revolucionando el liderazgo, exigiendo una combinación única de habilidades técnicas y blandas para guiar a las organizaciones en un entorno de cambio constante. En esta nota, líderes del sector de Recursos Humanos en Argentina -Carla Bucci, gerente de RR.HH. de La Segunda Seguros; Hernán Hansen, gerente de RR.HH. de Federación Patronal; Alan Roggau, gerente de Capital Humano de Sancor Seguros y Claudia Verónica Vázquez, People & Culture Manager, Socia en INNOVARH- comparten sus reflexiones sobre cómo la IA redefine las competencias clave del liderazgo.
Escribe Lic. Aníbal Cejas
Carla Bucci, gerente de RR.HH. en La Segunda Seguros, destaca que «la inteligencia artificial está transformando el liderazgo en el ámbito laboral, requiriendo habilidades que resultan no solo necesarias, sino indispensables». Según Bucci, la IA eleva la importancia del análisis de datos, convirtiéndolo en un eje fundamental para la toma de decisiones. «Los líderes ya no pueden depender solo de la intuición», señala, explicando que deben adaptarse a un modelo de decisiones ágil e informado. Además, resalta que el avance tecnológico exige una «mayor flexibilidad y capacidad de aprendizaje», lo que implica una adaptación rápida a nuevas herramientas y métodos de trabajo. También subraya la relevancia de habilidades blandas como la empatía y la comunicación, que «ayudan a generar mayor motivación en los equipos» y a preservar el enfoque humano en el liderazgo.
Hernán Hansen, gerente de RR.HH. de Federación Patronal, observa que «el impacto real que tendrá la IA en nuestra realidad laboral es aún bastante desconocido». La incertidumbre que genera la IA supone un desafío adicional, ya que los líderes deben adaptarse rápidamente y ayudar a sus equipos a hacer lo mismo. Para Hansen, habilidades como la ética, la responsabilidad y el aprendizaje continuo cobrarán cada vez más relevancia, mientras que las competencias técnicas irán perdiendo peso. «Los conocimientos técnicos van a empezar a tener mucha menor relevancia», afirma, sugiriendo que un liderazgo efectivo deberá basarse en valores sólidos y en una disposición constante para aprender y adaptarse.
Carla Bucci, gerente de RR.HH. en La Segunda Seguros; y Hernán Hansen, gerente de RR.HH. de Federación Patronal.
Alan Roggau, gerente de Capital Humano en Sancor Seguros, tiene una visión optimista sobre el papel de la IA en el liderazgo: «La inteligencia artificial no reemplaza, sino que potencia las habilidades de liderazgo». Más que una amenaza, Roggau considera que la IA puede ser una aliada en la gestión diaria, siempre que los líderes cuenten con las competencias necesarias para aprovecharla estratégicamente. «La clave está en identificar en qué aspectos la IA puede ser útil, cómo puede ayudarnos a agilizar procesos y mejorar la toma de decisiones», comenta. Esto permite que la IA no solo optimice tareas, sino que también «habrá nuevas oportunidades» para un liderazgo innovador y efectivo.
Claudia Verónica Vázquez, People & Culture Manager, Socia en INNOVARH, resalta que la IA trae consigo dos habilidades clave para el liderazgo: flexibilidad y capacidad de adaptación. «El principal impacto se llama ¡flexibilidad!», afirma enfáticamente. Para ella, el liderazgo debe evolucionar hacia una gestión que optimice habilidades digitales, procesos y decisiones basadas en datos. Sin embargo, subraya que «hoy más que nunca se vuelven fundamentales la empatía, la inteligencia emocional y la comunicación», competencias esenciales para liderar equipos diversos en un entorno digitalizado.
Alan Roggau, gerente de Capital Humano en Sancor Seguros; y Claudia Verónica Vázquez, People & Culture Manager, Socia en INNOVARH.
Habilidades técnicas y blandas: un balance necesario
Los entrevistados coinciden en la importancia de equilibrar habilidades técnicas y blandas en el liderazgo. Bucci explica que las habilidades técnicas son competencias específicas de la gestión y se adquieren a través de formaciones especializadas, mientras que las habilidades blandas son esenciales para construir relaciones de confianza y motivar a los equipos. Para ella, estas habilidades interpersonales son el motor de un entorno de trabajo colaborativo y efectivo.
Hansen también sostiene que «un buen liderazgo combina ambas habilidades», y considera que las habilidades interpersonales serán cada vez más importantes en un entorno impulsado por la IA.
Por su parte, Roggau percibe en las habilidades blandas una ventaja competitiva, pues «son clave para construir un liderazgo centrado en las personas y orientado a resultados».
Vázquez añade que «las habilidades blandas, como la comunicación y la adaptabilidad, son fundamentales para inspirar y motivar a los equipos, especialmente en un entorno tecnológico en constante cambio».
Creatividad e innovación en el liderazgo
En un entorno laboral cada vez más competitivo, la creatividad se ha vuelto una herramienta esencial para la diferenciación y la innovación.
Bucci enfatiza que «la capacidad de diferenciarse es vital», y explica que la creatividad permite a los líderes responder rápidamente a las demandas del mercado. «Un líder creativo buscará nuevas perspectivas para resolver problemas complejos», comenta, y añade que esta creatividad impulsa una gestión orientada a mejorar la experiencia tanto del cliente interno como del externo.
Hansen también subraya que el liderazgo creativo es «clave para buscar diferenciación, innovación, motivación y solución a problemas complejos». «En el contexto actual es cada vez más preponderante el uso de datos en grandes volúmenes, la información está al alcance de todos, la tecnología está cada vez más accesible y va a terminar siendo un commoditie, la IA está reemplazando las tareas más repetitivas y va a escalar en el corto plazo. Teniendo en cuenta todas estas condiciones, el liderazgo creativo es clave para buscar diferenciación, innovación, motivación y solución a problemas cada vez más complejos».
Roggau agrega que la creatividad, en este escenario, se convierte en un motor esencial: «En el contexto actual, reinventarse y adaptarse es fundamental para responder a las demandas de un mercado en constante evolución. La competencia es cada mayor, y la clave para destacarse reside no sólo en comprender la realidad actual, sino en anticiparse a las tendencias futuras. En este sentido, los líderes deben tener la capacidad de gestionar equipos diversos, cuyas expectativas y necesidades también están en cambio continuo. Por ello, un líder requiere de habilidades que le permitan identificar, comprender y adaptarse a cada nuevo contexto, no solo para fidelizar el talento y mantener motivados a sus equipos, sino también para alinear su trabajo con los objetivos del negocio y los resultados esperados. La creatividad, en este escenario, se convierte en un motor esencial, potenciada por la empatía, el pensamiento analítico y la flexibilidad para lograr soluciones innovadoras que respondan a los desafíos actuales y futuros».
Vázquez describe la creatividad como «el faro que me permite aprovechar al máximo la tecnología disponible», y sostiene que fomenta un enfoque que valora la multiculturalidad y la diversidad generacional dentro de los equipos: «La creatividad nos da la posibilidad de imaginar las ‘opciones’. Me gusta pensar en Diverger para luego Converger.
En un entorno empresarial cada vez más competitivo, los líderes que fomentan la creatividad en sus equipos pueden encontrar nuevas soluciones a problemas complejos, identificar oportunidades de crecimiento y adaptarse rápidamente a los cambios en las preferencias de los clientes. La creatividad es el faro que me permite aprovechar al máximo la tecnología disponible y además generar valor sostenible. Nos da la posibilidad de sacarle jugo a las diferentes generaciones, formaciones y la multiculturalidad».
Análisis crítico e IA: decisiones informadas
La IA proporciona datos abundantes, y el análisis crítico es indispensable para tomar decisiones informadas.
Bucci observa que «la experiencia, junto con un enfoque creativo, convierte el análisis crítico en una herramienta poderosa». Este análisis permite a los líderes contextualizar y evaluar la calidad y relevancia de la información antes de actuar.
Hansen, por su parte, considera que el análisis crítico es esencial porque permite «evaluar cuidadosamente la información disponible y comprender las limitaciones de los modelos predictivos».
Roggau también resalta la importancia del análisis crítico para interpretar datos y alinear decisiones con los objetivos estratégicos de la organización.
Vázquez sostiene que «el análisis crítico es indispensable para asegurar que las decisiones sean éticas, inclusivas y estratégicamente alineadas», resaltando que la experiencia agrega contexto y sentido humano a los datos que proporciona la IA.
Resiliencia, flexibilidad y agilidad en el liderazgo
Bucci observa que la resiliencia, la flexibilidad y la agilidad son esenciales en un liderazgo efectivo en entornos cambiantes: «Estos atributos permiten a los líderes no solo sobrevivir, sino prosperar ante la incertidumbre y los desafíos del mercado». En su opinión, la resiliencia ayuda a los líderes a enfrentar la adversidad con fortaleza, mientras que la flexibilidad y la agilidad les permite adaptarse y mantener el enfoque organizacional.
Roggau enfatiza la importancia del «acompañamiento continuo» en el desarrollo de estas competencias, asegurando que los líderes cuenten con el respaldo necesario para enfrentar las demandas del mercado actual.
Vázquez añade que los líderes resilientes y ágiles ven el cambio como una oportunidad para innovar, concluyendo que «estos líderes ven el cambio no como una amenaza, sino como una oportunidad para mejorar la competitividad y la sostenibilidad a largo plazo».
Transformación cultural y digital: la clave para el futuro
La transformación cultural es fundamental para el éxito de la transformación digital.
Bucci advierte que «si la cultura organizacional no está alineada con esta mentalidad de innovación, los esfuerzos digitales pueden ser resistidos». Una cultura de aprendizaje y experimentación facilita la adopción de nuevas herramientas y procesos, y el área de Capital Humano desempeña un papel clave en gestionar este cambio.
Roggau señala que la cultura organizacional es «el alma de la empresa», mientras que Vázquez afirma que «una cultura que valore el cambio y la colaboración permite que la digitalización se convierta en una ventaja competitiva sostenible». Esta transformación cultural asegura que las nuevas tecnologías sean adoptadas y optimizadas al máximo dentro de la organización.
El líder efectivo en la era digital
En la era digital, un líder efectivo combina habilidades técnicas, estratégicas y humanas.
Bucci describe a un líder ideal como alguien con «una mentalidad innovadora, habilidades digitales y capacidad de gestionar el cambio», junto con habilidades interpersonales que fortalecen la cohesión del equipo.
Roggau añade que en su organización promueven «un modelo de liderazgo basado en la mentalidad estratégica y la agilidad», siempre impulsando la innovación y la mejora continua.
Vázquez concluye que un líder efectivo debe «ser tecnológicamente competente y estratégicamente visionario», integrando la automatización con un enfoque humano. Subraya que «una comunicación clara y la capacidad de inspirar confianza» son esenciales para liderar en un contexto de incertidumbre, asegurando que las decisiones basadas en datos se complementan siempre con juicio humano.