Desburocratizar y simplificar procesos pero bajo una supervisión efectiva

Escribe Lic. Guillermo J. G. Pastore
Chairman de Special Division

Las Aseguradoras han exhibido en 2022 y 2023 ejercicios con los peores resultados en décadas. A junio de 2024, los activos del mercado se redujeron en 16%, el Pasivo en 20% y el Patrimonio Neto en alrededor del 7%. La propuesta de desregular el sector de seguros en Argentina se analiza como un medio para atraer inversiones y mejorar la competitividad. No obstante, existen discrepancias sobre los riesgos de una desregulación sin un marco normativo adecuado que garantice la solvencia y liquidez de las aseguradoras. Las opiniones tenderían a desburocratizar el sector y simplificar procesos, pero manteniendo una regulación que permita una supervisión efectiva.

Economía

La actual administración ha obtenido avances significativos en indicadores económicos fundamentales, con relevantes desafíos por delante. Entre los logros más notables está el superávit fiscal del 0,3% del PIB hasta agosto de 2024, contrastando con el déficit del 2,2% en el mismo periodo de 2023, reduciendo el riesgo país a menos de la mitad de su máximo en 2023, estableciendo que el financiamiento del país sea casi un 50% más barato. La actividad industrial alcanzó en julio de 2024 su mayor ritmo desde 2020, y los salarios reales han empezado a recuperarse después de su fuerte caída en los últimos meses de 2023. En junio de 2024, crecieron un 2,5% respecto a enero. La desaceleración de la inflación está comenzando a mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores y el superávit comercial ha alcanzado US 1.963 millones, creciendo un 30,7% respecto a julio de 2023, impulsando una posición más favorable en las exportaciones. El desempleo ha disminuido al 7,6% en el segundo trimestre de 2024, levemente por encima del año anterior.

El gobierno ha logrado reducir el gasto público en un 30% en términos reales. Se estableció una política de «emisión cero» para controlar la expansión monetaria y contener la inflación, que se estabilizó en torno al 4% mensual desde mayo de 2024, y arribando al 3.50% en septiembre, requiriendo todavía medidas adicionales como la unificación cambiaria, pese a la disminución de la brecha entre el oficial y el CCL y, a su vez, tasas de interés positivas para consolidar una reducción sostenible.

El PIB se contrajo un 3,4% en el primer semestre de 2024, pronosticando una recuperación hacia finales del año y un rebote del 5% en 2025. Si bien, el primer semestre la pobreza aumentó como predecible respuesta a la enorme emisión monetaria generada por el anterior gobierno, se espera un descenso importante para fin del corriente año. Decisiones e implementaciones tales como la Exteriorización de Capitales, Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones, el anticipo del Impuesto a los Bienes Personales, modificaciones en la legislación laboral, propensión a la convergencia de monedas, sinceramiento de tarifas, etc, son definiciones que coadyuvan a la acumulación de reservas y previsibilidad en la toma de decisiones a efectos de impulsar deseos de inversión que, en definitiva, será el motor del crecimiento con estabilidad.

Con respecto al Cepo, no hay fecha concreta de su extinción, conjeturando desde Economía que la expectativa es cuando la acumulación de reservas lo permitan y la tasa de inflación sea menor al 2.50%, si bien un gran número de restricciones cambiarias ya han sido eliminadas. Sí se explicita que el Impuesto País concluirá su existencia hacia fines del corriente año.

La Comisión de Presupuesto y Hacienda explicó a los legisladores las principales metas que prevé el Poder Ejecutivo en la Ley de Presupuesto General de la Administración Nacional para el Ejercicio Fiscal del año 2025, asegurando que el equilibrio fiscal «es innegociable», destacando que «solo se pagarán los gastos con los recursos que recauda el Estado», sin generar endeudamiento, anticipando que para el 2025 se proyecta un aumento de la economía del 5%, una inflación promedio del 18,3%, y un dólar promedio de 1207 pesos. Estimamos que el guarismo proyectado para la inflación es muy ambicioso, sin embargo, la tendencia es fuertemente decreciente. Se subrayó que «el 80 por ciento de los recursos del presupuesto se destinarán a gastos sociales, previsionales, deuda y salarios públicos del Estado y de educación». El plan es centrarse en tres ejes: el acompañamiento social sin intermediación; la recuperación de las capacidades en seguridad y defensa; y la modernización y simplificación del Estado, siendo la idea generar un proceso para ganar credibilidad, y seguir extendiendo la vida promedio de la deuda, para que pueda ser refinanciada sin inconvenientes.

Política

El gobierno accede al poder con una nimia cantidad de representantes en el congreso, carencia de gobernadores y con mínimas intendencias. La consecución de iniciativas ha sido exitosa considerando el citado escenario. Los logros obtenidos -pese en ocasiones a una irracional oposición- han sido a partir de la popularidad que el Poder Ejecutivo ha mantenido en niveles elevados, a pesar de algunas caídas recientes en la percepción pública, dado el lógico proceso de desgaste de gobernar. La expectativa es que, a medida que sobrevengan las mejoras económicas, se llegue a las legislativas del 2025 con posibilidades de incrementar sustancialmente el número de representantes en el Congreso para continuar impulsando reformas estructurales y consolidar su partido en todo el país.

La relación con los gobiernos provinciales se encuentra sesgada por la radicalización de la oposición, como se observa con la Pcia. de Buenos Aires, y con apoyos de Gobernadores con posturas pragmáticas según sea el tema por debatir, con ejemplos tales como CABA, Entre Ríos y otras provincias. La nueva administración lidera un cambio cultural hacia los valores de la libertad, confrontando un modelo que venía manteniendo el país, y concluyendo con dicotomías obsoletas como posturas de izquierda o derecha, para reemplazarlas por conceptos tales como «a favor del mercado» o «en contra de éste», para quienes pretenden que un Estado resuelva a costa de emisión monetaria, endeudamiento o mayores impuestos la vida de los ciudadanos.

Seguros

SSN
La Superintendencia de Seguros de la Nación cuenta con un rol preponderante, porque debe proteger al asegurado, gestionando eficientemente su función al velar por la solvencia de las aseguradoras y por el control en el cumplimiento de lo pactado con el asegurado.

Compañías
No olvidemos que las Aseguradoras han exhibido en 2022 y 2023 ejercicios con los peores resultados en décadas, minando capacidades de pago de muchas de ellas y siendo imprescindible ejecutar medidas que mejoren la situación en forma urgente, ante importantes riesgos de falencia.
A junio de 2024, los activos del mercado se redujeron en 16%, el Pasivo en 20% y el Patrimonio Neto en alrededor del 7%. Luego de retrotraerles al Técnico y Financiero, fundamentalmente el resultado por exposición al cambio en el poder adquisitivo de la moneda (RECPAM), los Resultados del Periodo del Mercado fueron levemente negativos, producto de cierta alquimia contable.

En materia de inversiones debería ser libre, permitiendo a las compañías -cumpliendo índices de cobertura, liquidez, endeudamiento, etc.-, la colocación del producto de sus primas donde lo consideren más rentable. Las aseguradoras han sido maltratadas, no solo como todos los sectores por la inflación, sino también por la industria del juicio, la imposibilidad de reponer bienes a costos razonables.

La propuesta de desregular el sector de seguros en Argentina, respaldada por Sturzenegger y defendida por el Superintendente de Seguros, se analiza como un medio para atraer inversiones y mejorar la competitividad. No obstante, existen discrepancias sobre los riesgos de una desregulación sin un marco normativo adecuado que garantice la solvencia y liquidez de las aseguradoras.
Un desafío por enfrentar es el excesivo número de entidades de alrededor de 190, siendo un 50% más que en Brasil, aúnque el PBI argentino es solo una tercera parte. El ingreso de nuevos operadores involucraría un exceso de oferta, exacerbando una puja de mercado a precios insuficientes. Desregular sin elevar fuertemente los capitales y no reanalizando en profundidad los índices de solvencia, definiría empeorar la actual situación. Las opiniones tenderían a desburocratizar el sector y simplificar procesos, pero manteniendo una regulación que permita una supervisión efectiva.

Intermediación
La ley 22.400, vigente desde 1981, regula la intermediación en seguros y parece obsoleta en el contexto actual de inteligencia artificial y digitalización. Debe actualizarse para adaptarse a los nuevos tiempos y desafíos.
La industria de seguros, especialmente en la rama de automotores, está seriamente afectada por la mora en la cobranza de pólizas y la migración hacia coberturas más económicas, lo cual debilita los fondos de primas. La SSN debe evitar que se opere con aseguradoras insolventes y aconsejar sobre las capacidades de pago. Por ejemplo, un alto porcentaje de consumidores de seguros de automóviles no sabe ni siquiera qué aseguradora le da cobertura, conociendo solo el nombre de su productor asesor. El 65% del mercado se concentra en seguros obligatorios de Automóviles y Riesgos del Trabajo; sobre todo en este ramo, la limitación al pago de comisiones y el uso de honorarios adicionales deben ser transparentes para evitar abusos. En Higiene y Seguridad es fundamental fomentar la competencia y evitar concentraciones de mercado hasta que haya suficientes participantes para equilibrar el sistema. Las exigencias y matrículas deben diferenciarse según la complejidad del riesgo. Esto permitiría especializar a los operadores y desarrollar mayor tecnología. El 75% del mercado opta por ser intermediado por Productores Asesores de Seguros (PAS), quienes deben adaptarse a los cambios y generar nuevas coberturas. Se destaca que el mercado de comercialización se encuentra superpoblado, con 50.000 PAS y agentes vendiendo seguros, generando ineficiencias y sobrecostos en el sistema. Debiendo sumar a organizadores que, compelen a pequeños productores a obtener comisiones adicionales por una intervención sin real valor, solo utilizando su volumen en ciertas entidades, en detrimento de los gastos de comercialización de una aseguradora, que es la que en definitiva afronta los siniestros, siendo tarea de la SSN analizar esta cartelización de la demanda.

Con respecto a los intermediarios de Reaseguros, es fundamental elevar el capital de $ 1 millón (menos de US 1.000) a por lo menos $ 100 millones. Necesariamente se debe incrementar el monto mínimo de las Pólizas de E & O a US 10 millones. Lo anterior es porque los intermediarios en reaseguros diligencian enormes capacidades sin capital y con exiguas protecciones. Dado el reducido mercado que Argentina detenta, sobre todo en ciertos riesgos y coberturas, a partir de reducir su volumen en moneda dura, tener altos ratios de siniestralidad en riesgos de la naturaleza y ser mal pagador, es necesario volver a las fuentes y permitir a los intermediarios colocar con cualquier reasegurador que ostente una buena calificadora sin necesidad del burocrático registro. Lo anterior ampliaría la oferta en beneficio de las aseguradoras.
En el modelo que la nueva administración se ha trazado es inverosímil la actual obligación de pagar un peaje local del 25% con reaseguradores locales. Es momento que compitan y demuestren su valor sin protección estatal.

Reaseguro

El reaseguro a nivel mundial atraviesa un periodo de estabilidad en precios y condiciones, pero siempre en forma segmentada por región, tipo de exposición y riesgo. Es obvio que las capacidades prefieren proteger regiones con volumen de primas elevados, con ratios de siniestralidad de cierta previsibilidad y que honren los pagos de sus obligaciones. En Argentina, pese a su pequeño volumen, importante siniestralidad en ciertos riesgos, como Agro, y dificultades de pago, las compañías -con relaciones de décadas con mercados tradicionales- han atravesado una renovación de sus contratos al 1° de Julio de manera ordenada, obteniendo capacidades, precios y condiciones razonables. Lo descripto se obtuvo a partir de una férrea relación de confianza forjada por años, sin siquiera en casos haber completado las deudas pendientes. Entendemos que, en este momento económico, donde la brecha cambiaria ha disminuido ostensiblemente, sería el tiempo de honrar la confianza externa, extinguiendo las obligaciones vencidas.