Para las empresas que dependen de cultivos como el arroz y el trigo, o de minerales como el litio y el cobre, el cambio climático se ha convertido en una amenaza real y presente. El aumento de las temperaturas provoca más estrés térmico por calor y más sequía. Esto ejerce presión sobre los campos y las minas y, en última instancia, sobre las empresas que les compran. Los productores de cinco materias primas que analizamos (dos minerales críticos y tres cultivos que constituyen una gran parte del suministro mundial de alimentos) pueden esperar un deterioro por estrés térmico por calor y sequía en los próximos años.

Puntos de tensión: cómo el calor y la sequía podrían afectar la producción de materias primas

El estrés por calor y la variación de precipitaciones plantean riesgos para la minería y la agricultura, haciendo que sea difícil, e incluso peligroso, que las personas trabajen al aire libre, lo que potencialmente conduce a una menor productividad laboral y a impactos negativos para la salud. La sequía puede limitar el suministro de agua para el riego de cultivos, el procesamiento agrícola, la extracción de minerales, el procesamiento de minerales y el control del polvo.

La minería de litio, por ejemplo, es una operación particularmente exigente en requerimientos de agua. La extracción de litio de roca dura, práctica que se desarrolla en Australia, es la más demandante en términos ambientales por el alto consumo de agua y emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). En nuestra región el litio se extrae de la salmuera, y el proceso tradicional de evaporación que predomina puede extraer hasta 1 millón de litros de agua por tonelada producida. Sin embargo, se están desarrollando nuevas tecnologías como la extracción directa de litio, que minimizan la huella hídrica.

Minerales críticos

De los dos peligros climáticos, es probable que la sequía plantee el mayor riesgo para la producción de minerales críticos durante los próximos 30 años. Nuestro mapeo sugiere que el riesgo de sequía aumentará en Australia, la República Democrática del Congo, Chile y Perú, todos los principales centros de producción actual.

En Argentina, el Sistema de Mapas de Riesgo del Cambio Climático (SIMARCC) identifica al noroeste, parte del triángulo del litio, como una región vulnerable al estrés hídrico por aumento de temperatura, y gran parte de la cordillera como zonas con potencial crisis de agua y retroceso de glaciares.

Para 2035, las zonas mineras de cobre verán aumentar el riesgo de sequía, mientras que hacia 2050, tanto en escenarios de bajas como de altas emisiones, la situación será aún más grave: más del 70% de la producción de litio y más del 50% de la producción de cobre enfrentarán niveles significativos o altos de riesgo de sequía.

Cultivos alimenticios

Para la producción de arroz, maíz y trigo, el mapeo muestra que tanto el estrés térmico por calor como la sequía, presentan riesgos crecientes, especialmente el estrés por calor. La producción de arroz ya está ampliamente expuesta y se enfrenta a los riesgos más graves y generalizados de los tres cultivos. En un escenario de altas emisiones, alrededor del 90% de la producción de arroz estaría expuesta a un riesgo de estrés térmico significativo, alto o extremo para 2050.

El riesgo de sequía también está aumentando marcadamente para cultivos clave. Menos del 1% de la producción de maíz y trigo enfrenta actualmente un riesgo de sequía significativo o alto, pero para 2050, las proporciones aumentarán a más del 30% y 50% respectivamente en un escenario de altas emisiones.

Para Argentina, esto es un llamado de atención, ya que es el 4° productor de maíz del mundo y el 11° de trigo, y a su vez, sólo el maíz representa cerca del 3,6% del PBI del país. El riesgo de sequía aumenta considerablemente para el maíz y el trigo.

Carlos Scavo, director de Strategy& de PwC Argentina.

Soluciones emergentes: ¿cómo se preparan las empresas líderes para enfrentar el riesgo climático?

Cada vez más empresas están respondiendo a los desafíos que plantea el cambio climático. En la Encuesta Anual Global de CEO de PwC de 2023, el 47% de los encuestados respondió que su empresa había tomado medidas para salvaguardar su fuerza laboral y sus activos físicos contra el riesgo climático, frente al 17% del año anterior. En Argentina el número es un poco superior, ya que el 51% de los encuestados contestó que sus empresas han tomado medidas: un 14% que han completado las iniciativas y un 37% que sus empresas han comenzado a trabajar en estas medidas.

  • Mejorar la resiliencia

La resiliencia al estrés térmico por calor y sequía significa poder anticipar, gestionar y recuperarse de manera eficaz. Las empresas líderes adoptan un enfoque estructurado para generar resiliencia, identifican riesgos relevantes para sus negocios y operaciones, incluidos los riesgos en las cadenas de suministro. Una vez que se identifican los riesgos climáticos, planifican medidas de adaptación y trabajan con otros para implementarlas. También buscan soluciones tecnológicas para respaldar la producción a escala y prepararse para las crecientes exposiciones al riesgo.

  • Desarrollo tecnológico: extracción directa de litio

La tecnología de extracción directa de litio propone extraer la salmuera de niveles muy por debajo del nivel freático y devolver el agua salina a la misma formación, de esta manera se reduce considerablemente el impacto sobre los recursos hídricos. Con este proceso, se evitan las piletas de evaporación, vertederos de residuos mineros o estanques a cielo abierto. Además, la recuperación del litio se realiza en minutos, en lugar de meses o hasta años como en el caso del proceso de evaporación. Por otro lado, la tasa de recuperación asciende considerablemente.

La industria del litio en Argentina está en expansión y definir la mejor manera de avanzar en una posible producción de litio podrá tener un alto impacto. En julio de 2023 se aprobó en Argentina la primera planta piloto para probar el método de extracción directa en el Salar de Jama, en Jujuy.

  • El momento para actuar es ahora

Conscientes de estos desafíos, las empresas con visión de futuro han comenzado a proteger sus operaciones y líneas de suministro contra las perturbaciones relacionadas con el clima. Muchas también están explorando oportunidades de negocios y trabajando en todos los sectores para lograr mejores resultados. Un futuro condicionado por el clima no será fácil para las empresas, pero aquellas que se preparen ahora pueden mejorar sus posibilidades de salir adelante en condiciones difíciles.

El cambio climático es una realidad que está afectando directamente a sectores clave de la economía. Las empresas deben tomar medidas proactivas para adaptarse y mitigar estos riesgos, aprovechando nuevas tecnologías y desarrollando resiliencia en sus operaciones. Quienes actúen ahora para enfrentar los desafíos climáticos no solo protegerán sus operaciones, sino que también estarán mejor posicionadas para aprovechar las oportunidades futuras”, comentó Carlos Scavo, director de Strategy& de PwC Argentina.

Informe completo en el siguiente link.

Nota

El informe es un análisis de Carlos Scavo y Tomás Portela de Strategy& de PwC Argentina, sobre investigación de Steve Bochanski, Emma Cox y Lit Ping Low de PwC EE. UU., Reino Unido y Hong Kong