Dialogamos con Carlos Salinas, Director Ejecutivo de la Cámara Argentina de Reaseguradores; Alejandro Kato, CEO de Carpenter Marsh Fac Argentina; y Stefano Marzotta junto a Germán Rodríguez, desde Americal Reinsurance Solutions, acerca de las dificultades que el contexto presenta al reaseguro de riesgos argentinos.
Escribe Lic. Aníbal Cejas

Pocas veces, desde la apertura del reaseguro local, se vivieron tiempos de tanta incertidumbre para el seguro del seguro. No obstante, el mercado transita la coyuntura, como puede.

«El cierre de los contratos de junio fue muy complicado. No solo por aumentos y cláusulas respecto de la forma de pago ante el freno de los pagos al exterior, sino también por la capacidad más acotada. Muchas renovaciones se terminaron de cerrar en septiembre. Todo este panorama está relacionado fuertemente a la particular situación de la Argentina y su bajo volumen de cesión en dólares, que genera falta de interés del mercado internacional. Por si fuera poco, se suma otro factor: el alto costo de la capacidad a nivel internacional», reflexionó Carlos Salinas, Director Ejecutivo de la Camara Argentina de Reaseguradores.

A continuación, Alejandro Kato, CEO de Carpenter Marsh Fac Argentina, indicó: «Los contratos de Reaseguro se renovaron en su totalidad, a pesar de las dificultades de pagos al exterior. Los precios aumentaron entre un 10 a 20%, dependiendo la línea y las estructuras de cada ramo. En general, los mercados buscaron que las Cedentes retengan más de sus negocios, es decir, compartir más el riesgo con el Reasegurador. Son muy pocos los Contratos en pesos que quedan en el mercado, principalmente en Riesgos del Trabajo. El resto, todos en moneda dura.
Los reaseguradores internacionales renovaron los contratos en donde participaban pero, en general, no entraron en contratos nuevos. Apuestan a que los problemas de pagos se solucionen lo antes posible».

Carlos Salinas, Director Ejecutivo de la Camara Argentina de Reaseguradores; Alejandro Kato, CEO de Carpenter Marsh Fac Argentina; Germán T. Rodríguez, Director de Marketing y Operaciones de Americal Reinsurance Solutions; y Stefano Marzotta, Director Actuarial de Americal Re.

Luego, desde Americal Reinsurance Solutions, su Director Actuarial, Stefano Marzotta, observó dos aspectos diferentes para analizar la coyuntura actual del mercado reasegurador: «Por un lado, debemos observar la oferta de reaseguro para Latinoamérica y, por el otro, la disponibilidad de soporte para la Argentina. La situación benevolente en el primer caso ha ayudado a aminorar la problemática local.
Estamos observando hace varios años que existe una vasta oferta de reaseguro para el mercado latinoamericano con un sinnúmero de jugadores que están muy presentes en la región y Argentina se ha caracterizado por ser un mercado atractivo, por tamaño, profesionalismo y una exposición al riesgo atomizada, con baja exposición a la acumulación a riesgos de la naturaleza, a diferencia del mercado centroamericano y cordillerano.
Ahora bien, la imposibilidad de honrar los compromisos de pago de prima en el último año ha desmotivado completamente a los reaseguradores internacionales a seguir celebrando contratos en nuestro país.
Si bien hay varios reaseguradores que han tenido una posición muy condescendiente con el estado de situación actual del mercado argentino, otros han decidido directamente no seguir participando o exigiendo condiciones que no han podido, en muchos casos, ser convalidadas por las compañías de seguros».

Y Germán T. Rodríguez, Director de Marketing y Operaciones de Americal Reinsurance Solutions, amplió: «La imposibilidad de honrar los compromisos de pago de reaseguro en los tiempos pactados en los contratos de reaseguro está causando serios inconvenientes en la industria. Es más, ya estamos en la etapa donde se están venciendo anualidades de facultativos y los mismos se encuentran absolutamente impagos. Este contexto está exponiendo el patrimonio tanto de aseguradoras como de reaseguradoras locales y todavía no hay señales positivas tendientes a regularizar el sistema.
Adicionalmente, el Decreto 377/23 emitido en julio pasado que alcanza, con el ya existente impuesto PAIS, a las primas de reaseguro y retrocesión con mercados admitidos del exterior en un 25% de las mismas, ha generado una serie de inconvenientes en el sector por varios motivos que podríamos categorizarlos en tres.
En primer lugar, la retroactividad, la normativa alcanza a todo pago que se efectúe a partir de la puesta en práctica del decreto, esto quiere decir que serán alcanzados compromisos adquiridos con anterioridad a la firma del decreto.
En segundo lugar, es el costo hundido que conlleva para las compañías justamente la retroactividad y que, en muchos casos, deberá ser afrontado por las Aseguradoras y Reaseguradoras Locales.
Y por último, la competencia desigual que se ha generado entre compañía de seguros y reaseguros privadas versus las estatales, dado que éstas últimas se encuentran exceptuadas del pago de este impuesto, generando una sustancial diferencia competitiva en términos de precio».

Más adelante, Kato sumó: «La gran mayoría de los contratos se renovaron con saldos pendientes de pago a julio. La situación sigue sin resolverse pero hay algunos pagos que han salido. Se trabaja mucho en compensaciones con siniestros, de manera que si el Reasegurador es el que tiene que pagar, lo haga neteando la prima a su favor. En cuanto a los reaseguros facultativos, siguen existiendo grandes demoras en el pago de primas a los mercados, y observamos que el acceso al MULC por parte de las compañías de seguros no lleva un patrón claro en cuanto a vencimientos de garantía de pagos, tipo de línea de negocios o tamaño de primas».

Cerró la ronda Salinas, quien concluyó: «Las dificultades son las mismas. Hay diferencia en que, por ejemplo, el SIRASE autoriza, y después AFIP no, por motivos que aún desconocemos. O el banco dice que tiene impedimentos de la AFIP para autorizar.
Pero la situación es la misma respecto a la posibilidad de pagos.
Según el momento y el tamaño del pago, algunos salen, pero no es normal, salen aquellos que no son tan urgentes. Además, siguen siendo analizados por la Secretaría de Comercio y la AFIP, sin participación de la SSN.
Creo que ahí está el problema, en desconocer la prioridad de un pago o el formato de un riesgo.
Todo esto pone al mercado argentino en una situación complicada; lo que ya se compensó o se pudo negociar a diciembre de este año está saturado.
Las opciones de resolución son ampliar la capacidad de retención local, armar un gran coaseguro general, o la posibilidad de ampliar a reaseguro activo».
«La situación es muy delicada», sentenció.

Facultativos

Luego, indagamos en las decisiones que se están tomando para reasegurar los riesgos facultativos.

Salinas marcó: «La colocación de reaseguro facultativo ha bajado, salvo en casos excepcionales que no se han podido colocar en el mercado local.
Pero los riesgos que se transformaban automáticamente en facultativos porque las compañías no coaseguraban, hoy se transforman en coaseguro y se amplía la participación del coaseguro local.
Salvo casos extremos como aeronavegación, o algún riesgo importante del agro o financiero, se trata de colocar localmente, aún teniendo un monto que para la aseguradora podría ser facultativo. Esto hace que todas las áreas (PAS, brókers, compañías y reaseguradores locales) estén operando en conjunto para poder salir de ese problema.
Seguramente aumentan los costos, ya que hay participación de distintos actores, algunos de ellos con distintas condiciones, mientras que un facultativo se manejaba en una misma línea con una condición ya impuesta desde la base».

Por su parte, Kato compartió: «Estamos viendo un inicio de falta de apetito por parte de ciertos mercados internacionales hacia riesgos en Argentina. Esto provoca una menor oferta de capacidad y menor maniobrabilidad en negociación de términos y condiciones.
La situación implica mayor dificultad en colocación de riesgos, lo cual endurece las condiciones por encima del mercado internacional promedio».

A su vez, Marzotta consideró: «La complejidad de colocación de riesgos facultativos es muy variada, así como la diversidad de los riesgos existentes, tanto por el tipo de ramo, como calidad de riesgo, niveles de suma, etc.».

A lo que Rodríguez agregó: «El mercado internacional sigue mirando con apetito los facultativos con primas muy elevadas y altas exposiciones, como las grandes industrias de riesgos pesados, aunque claramente la oferta se ha reducido por las complicaciones en el pago.
Los casos de sumas aseguradas no tan elevadas y exposiciones medias se están resolviendo en gran medida por el mercado de reaseguros local, que se encuentra prestando soluciones y un excelente servicio.
El mayor problema lo vemos en riesgos complejos, volátiles con sumas aseguradas muy altas y primas no tan elevadas. Es en este último caso donde se observan los mayores problemas para seducir a los mercados internacionales a dar soporte y donde el mercado de reaseguros local no dispone de suficiente capital».

Contexto mundial

Ya en el cierre, los especialistas deliberaron sobre las condiciones del reaseguro internacional en vista de los recientes conflictos bélicos (Rusia-Ucrania e Israel-Palestina), las catástrofes naturales ocurridas (Otis) y las condiciones del sistema financiero.

Kato opinó: «Continúa el mercado duro aunque con menos fuerza que en enero y julio. Estimamos que en enero de 2024 seguirán los términos de Reaseguro al alza, pero irán acomodándose durante el resto del año.
Los riesgos de líneas financieras son los primeros que muestran signos de mercado blando, lo cual es previsible dado que fueron los primeros en endurecerse.
Por último, mercados como Property, Power, Energy y RC aún muestran pequeños incrementos, pero es probable que durante el 2024 ya se vean renovaciones flat y hasta inclusive pequeños descuentos».

A continuación, Rodríguez y Marzotta reflexionaron: «La industria de reaseguro se encuentra muy atenta a determinar las pérdidas que dejarán los conflictos bélicos presentes y esto se vio reflejado en el endurecimiento de condiciones.
Estos conflictos ponen en jaque todas las previsiones para los próximos meses. Esto se debe no sólo a los actos de guerra en sí mismos, sino también a los efectos de las sanciones económicas con las que gran parte del mundo occidental espera castigar estas acciones bélicas. Estas sanciones inevitablemente impactarán sobre el movimiento de capitales en el mercado internacional.
Las estrategias de los Reaseguradores se vuelven sumamente conservadoras en tiempos de crisis y deben maximizarse los recursos para que la industria evolucione en forma razonablemente favorable en el largo plazo.
Adicionalmente, la suba de tasas en los Estados Unidos ha agravado esta tendencia, aumentando los costos de capital que impactaron muy fuerte en el precio en estructuras contractuales de riesgos volátiles y catastróficos, como por ejemplo las capas de excesos».

Cerró Salinas, quien comentó: «El mercado internacional está también en una situación difícil, que no tiene que ver con lo nuestro.
La situación está relacionada a la inflación global y a eventos catastróficos. El mercado internacional ha atendido muy bien a las circunstancias, pero se estiman pérdidas mucho más importantes en este año, donde los fenómenos meteorológicos climáticos han demostrado tener una fuerza importante que terminan afectando el sector asegurador.
Cuanto más se extiende la posibilidad de aseguramiento, más nos vamos a encontrar con las consecuencias de los fenómenos climáticos. Sin embargo, eso es también por lo que el seguro existe: protege lo que sucede en la sociedad y ahí tenemos que estar. Habrá que buscar otro tipo de primas y otras formas de cubrir los riesgos, que merecen ser cubiertos por protección a la sociedad.
Lo más fuerte que tuvimos en los últimos tiempos fue la sequía. Sin embargo, al no tener gran aseguramiento, las pérdidas se tuvieron pero no a un nivel en que podrían estar en un mercado más cubierto.
Eso nos da tiempo a ver cómo ampliar los riesgos, qué riesgos retener y cuáles no. En ese aspecto, nuestro mercado en dólares ha quedado un poco pequeño, a comparación de otros mercados, por lo que también puede perder atractivo.
Además, tenemos que analizar si tenemos un mercado importante respecto al reaseguro o no, y qué vamos a hacer a partir de los cambios de gobierno».
Y concluyó: «Es momento de que el mercado realmente analice todos los aspectos que tiene hoy: el mercado que funciona, el que no; la operación de productos de asesores de seguros respecto de la colocación de sus negocios; la participación de los reaseguradores.
Hay aspectos importantes a revisar, porque no es un ‘sálvese quien pueda’, sino tratar de salvar al mercado en su conjunto. Todo el mercado merece una charla en conjunto para ver qué resoluciones se van a tomar a futuro».