Esteban Izarra, CEO de LISA Insurtech, reflexiona sobre el alcance y la dimensión de la inteligencia artificial analizando su impacto en la vida cotidiana, las oportunidades de mejora que ofrece al mercado asegurador, su inserción y desarrollo, así como también, los desafíos y peligros que plantea de cara al futuro. LISA Insurtech brinda tecnología y herramientas a las compañías de seguros para agilizar procesos y dar respuestas.
Escribe Dra. Gabriela Álvarez
La Inteligencia Artificial es últimamente el tema de mayor preocupación de muchas empresas tecnológicas y de grandes sectores de las sociedades. Sus siglas aparecen constantemente en los medios de comunicación masivos y si bien el avance a pasos agigantados que ha tenido en los últimos tiempos es una gran esperanza para el mundo entero, debido a las utilidades que trae aparejado para la vida en sociedad, lo cierto es que, por otro lado, genera una gran preocupación debido al empleo de la misma y a su evolución constante sin una regulación que la tipifique y ponga un límite a su utilización.
A los fines de conocer acerca de este tema en profundidad, que tanta curiosidad genera, dado que no podemos aún evaluar la dimensión y el alcance de la misma, entrevistamos a Esteban Izarra, CEO de LISA Insurtech.
LISA Insurtech se encarga básicamente de brindar tecnología y herramientas a las compañías de seguros para agilizar procesos y brindar respuestas. «Hacemos de lo complejo algo simple. Eliminamos el ‘ruido’ de los procesos de seguros (manuales, largos y tediosos) para crear procesos sencillos, optimizados y automatizados. Le devolvemos a las aseguradoras el control de sus procesos y las ayudamos a reducir costos, ser más eficientes y brindar un mejor servicio a sus propios clientes». Estas acciones se realizan a través de la creación de robots y autómatas que están ansiosos por aprender y hacer las cosas que las empresas ya no quieren seguir haciendo. Y, lo que es más importante, son lo suficientemente inteligentes como para tomar decisiones por sí mismos.
Esteban Izarra. «La IA ya está acá. Intentar detenerla, como vimos en la carta
firmada por varios líderes a nivel mundial, no tiene ningún sentido».
– Mucho se viene hablando en los últimos tiempos de Inteligencia Artificial y su crecimiento, pero exactamente ¿a qué llamamos inteligencia artificial?
– La inteligencia artificial es realmente un concepto muy antiguo. Es una rama de la ciencia de la computación que se enfoca en crear máquinas que pueden realizar tareas que típicamente requieren inteligencia humana, como el aprendizaje, el razonamiento y la resolución de problemas. Para lograrlo, utilizan algoritmos y modelos matemáticos que permiten a las máquinas aprender, razonar, reconocer patrones y tomar decisiones.
– ¿Cómo impacta la inteligencia artificial en la vida cotidiana de una sociedad?
– La inteligencia artificial tiene y tendrá un impacto muy importante en la vida cotidiana de las personas. Vemos cómo a pesar de ser una tecnología que está disponible hace muchísimos años, recién hoy se ha convertido en «el» tema del cual todos estamos hablando porque, justamente, herramientas como ChatGPT la llevan a la vida cotidiana de las personas y hoy todos podemos ver lo que son capaces de hacer, y no solamente los científicos en un laboratorio.
La Inteligencia Artificial está presente prácticamente en todo: aplicaciones como motores de búsqueda, recomendaciones de productos en línea, sistemas de reconocimiento de voz, chatbots, asistentes virtuales, entre otros.
Estas tecnologías facilitan y agilizan muchas tareas, mejoran la eficiencia y la precisión, y ofrecen nuevas formas de interacción con los dispositivos y servicios.
– ¿Qué oportunidades de mejora ofrece la inteligencia artificial en el mercado asegurador?
– Vemos ámbitos de mejora en prácticamente toda la cadena de valor de las aseguradoras.
En el caso de lo que hacemos en LISA Insutech, esta tecnología nos permite automatizar procesos complejos, como la evaluación y liquidación de reclamaciones, lo cual reduce los tiempos de respuesta y mejora la experiencia del cliente de manera impactante. De procesos que pueden tardar semanas a solo minutos en entregar una respuesta.
Pero hay más. También ayuda en la detección y prevención de fraudes, la personalización de productos y servicios, la gestión de riesgos y la optimización de operaciones internas. La tecnología por sí misma es un commodity. En LISA queremos ayudar a las aseguradoras a repensar sus procesos. Esta nueva manera de ver las cosas, más la aplicación de tecnologías de avanzada, es lo que permite resolver un siniestro de manera simple, rápida, costo efectiva y con empatía hacia el asegurado.
– ¿En qué etapas del mercado asegurador tiene más posibilidad de inserción y desarrollo?
– ¡En todas! Por ejemplo, en la suscripción de pólizas, puede ayudar a evaluar riesgos y establecer precios de manera más precisa. En la gestión de reclamaciones, puede automatizar la detección y evaluación de siniestros. Además, en el análisis de datos y la gestión de carteras, puede proporcionar información valiosa para la toma de decisiones estratégicas de las compañías. Es cosa de ponerse creativo. Si tenemos un «pain point», te diría que casi con un 100% de certeza, la inteligencia artificial puede ayudar a resolverlo.
– ¿Qué requisitos debe reunir una compañía de seguros para poder implementar la inteligencia artificial en su negocio?
– Lo primero, aunque parezca obvio, es que debe tener ganas de hacerlo. Sabemos que los seguros son de las industrias más conservadoras de todas. Y cuando no hay un liderazgo que esté dispuesto a apostar por la innovación y crea realmente en ella, la transformación no va a ocurrir. En mi experiencia, la mayoría de estos procesos se frustran por temas humanos y no de máquinas.
Otro tema muy importante es que una compañía de seguros debe contar con datos de calidad y en cantidad suficiente para entrenar los algoritmos. Si el 100% de la información es manual o muy rudimentaria, el proceso va a ser muy, muy lento.
Además, debe tener la infraestructura tecnológica adecuada, incluyendo capacidad de almacenamiento y procesamiento de datos. También es importante contar con un equipo de profesionales especializados en inteligencia artificial y análisis de datos, que puedan desarrollar, implementar y mantener los sistemas AI.
Algunas empresas intentan hacerlo «in house», nosotros creemos que es mejor contar con un proveedor con experiencia, como LISA Inturtech.
– ¿Qué desarrollo se espera de la IA de cara al futuro?
– La verdad es que prácticamente no hay límites para lo que pueda venir. Se ve como un tema que genera ciertas aprehensiones en las personas, que se imaginan un futuro dominado por las máquinas. Por el contrario, yo sólo veo consecuencias positivas.
Se espera un aumento en la automatización de tareas rutinarias, así como avances en áreas como el procesamiento del lenguaje natural, la visión por computadora, la toma de decisiones autónoma y el aprendizaje automático. Además, se espera que la inteligencia artificial se integre cada vez más en dispositivos y servicios, permitiendo una interacción más natural y personalizada.
– ¿Cómo cree que impactará la llegada de la IA en contraposición con los recursos humanos de una empresa?
– Habrá un impacto, negarlo sería mentir. Pero, nuevamente, soy más positivo. Si bien es cierto que algunas tareas pueden ser automatizadas, también se espera que se creen nuevas oportunidades laborales relacionadas con la implementación y gestión de sistemas de inteligencia artificial. Esas ocupaciones que se perderán pueden ser redirigidas a otros ámbitos donde la visión humana es clave e insustituible. No podemos seguir viendo a las máquinas como enemigos, debemos ser capaces de trabajar colaborativamente. Es esto lo que permitirá la innovación y el crecimiento de las empresas. Los recursos humanos pueden aprovechar la inteligencia artificial para mejorar su eficiencia y productividad al delegar tareas repetitivas y enfocarse en actividades que requieren habilidades humanas, como la creatividad, el juicio ético y la interacción interpersonal.
– ¿Qué peligros trae aparejado el uso de la IA?
– El uso de inteligencia artificial también conlleva ciertos peligros y desafíos. Uno de los principales peligros es el sesgo algorítmico, donde los modelos de IA pueden reflejar prejuicios existentes en los datos de entrenamiento, lo que puede resultar en decisiones injustas o discriminatorias. Los seres humanos a cargo del entrenamiento deben ser lo más neutrales posibles, pero sabemos que esto no es posible porque muchas veces no somos conscientes de nuestros propios sesgos.
Además, existe el riesgo de la pérdida de empleos en ciertos sectores si las tareas son completamente automatizadas. Es fundamental abordar estos desafíos mediante el diseño ético de algoritmos, la supervisión humana y la regulación adecuada para garantizar un uso responsable de la inteligencia artificial.
Pero la IA ya está acá. Intentar detenerla, como vimos en la carta firmada por varios líderes a nivel mundial, no tiene ningún sentido.