La conferencia «El fraude en el mercado asegurador», organizada por Libra Seguros -el pasado 26 de abril- en conjunto con la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad del Museo Social Argentino (UMSA) y su decano, Mariano Cúneo Libarona, giró sobre el impacto del fraude en la industria aseguradora, la incidencia patrimonial del fraude en el seguro y su crecimiento en los últimos años, y los aspectos dogmáticos de la figura de estafa y de otros delitos que se configuran en el desarrollo de maniobras fraudulentas en perjuicio de las aseguradoras.
En el ámbito de la Universidad del Museo Social Argentino (UMSA) -con el auspicio de la misma y Libra Seguros– se llevó adelante la conferencia «El Fraude en el Mercado Asegurador», en la que disertaron el presidente de Libra Seguros, Gabriel Bussola; el decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, Dr. Mariano Cúneo Libarona; el gerente general de Libra, Juan Ignacio Perucchi y el Dr. Pablo Alejando González.
Delia Rimada, Directora de Informe Operadores de Mercado, estuvo presente en el auditorio de la Casa de Estudios, compuesto por Productores Asesores de Seguros, periodistas especializados y de medios masivos, Liquidadores de Siniestros, el Equipo de Libra y estudiantes de Derecho, entre otros asistentes.
A continuación, presentamos una síntesis de los principales conceptos desarrollados por los disertantes.
Juan Ignacio Perucchi
Se refirió al fraude como un delito que el mercado de seguros debe enfrentar y atacar frontalmente y de raíz. «Para entender la magnitud del fraude en la siniestralidad, un dato revelador es que el 47% de los siniestros pagados tienen un componente de fraude, y entre el 2% y el 3% de las primas se van en siniestros fraudulentos, lo cual puede representar entre $80000 a $100000 millones al año, afectando de esta manera la solvencia de la industria».
El Gerente General de Libra Seguros planteó que históricamente el mercado se conformó con el desistimiento del reclamo, pero la pregunta es: «¿Qué ganamos si solo nos quedamos con el no pagar? Entendemos que el cambio debe ser estructural y profundo, al fraude hay que llevarlo a la justicia. Y todo el mercado así lo tiene que entender para reducir a su mínima expresión este delito».
El combate al fraude no depende solo de las empresas aseguradoras sino de todos los actores del mercado. Perucchi destacó que el fraude es un desestabilizador del sistema, ya que no solo perjudica a la empresa aseguradora sino a todos los actores de buena fe que participan de este mercado (PAS, Clientes, Empresas y Sociedad en general).
Para finalizar, expresó que «tenemos las herramientas y el marco teórico para detectar y combatir el fraude, nos falta dar el paso hacia la acción», incentivando a cuidar la salud económica del sistema y no ser complacientes con este delito.
Gabriel Bussola
El Presidente de Libra Seguros se refirió a la profunda crisis económica, social y cultural que estamos atravesando, donde las problemáticas preexistentes se agravan. En particular resaltó que: «el mercado de seguros presenta índices preocupantes en las distintas dimensiones del negocio que debemos afrontar y buscar solucionar. Me quiero detener en la siniestralidad y el fuerte componente que implica el fraude, ustedes ya escucharon los números que este delito conlleva. Hemos sido muy laxos con esta realidad, es hora de ir a fondo y llevar a la justicia a aquel que delinque».
Gabriel Bussola expresó que la creencia de que el fraude es una «viveza criolla» genera un gran daño, no solo a una compañía de seguros sino a nivel social y cultural.
El ejecutivo aludió al fraude como un tema cultural, donde detectamos el problema pero no lo llevamos a la acción. «Entiendo que desde mi rol de empresario, debo enfrentar la problemática tanto desde un aspecto económico, en pos de la salud de mi empresa, como del sistema asegurador en general; es clave y fundamental este abordaje para proteger una industria que participa en el 3% del PBI y que debe -y puede- crecer aún más, y también -no en menor grado- como promotor de un cambio cultural», señaló.
Bussola sostuvo que cada ciudadano -desde el lugar que le toque- es responsable de cara al futuro para producir esos cambios culturales.
«En el caso del fraude, he tomado una decisión -y nada me va a apartar del camino- de un combate frontal al mismo. Ya hemos tenido resoluciones históricas en la justicia, donde generalmente se hacía lugar a denuncias penales contra asociaciones ilícitas pero no a individuos. Actualmente, tenemos varios procesamientos de individuos y hasta clientes de la compañía que están procesados».
Como conclusión, destacó que poco a poco el mercado se está orientando en esta dirección de combate al fraude. «Sólo involucrándonos podremos cambiar la historia».
Dr. Mariano Cúneo Libarona
«Cuando conocí a Libra y Gabriel me planteó su propósito, me enamoré de la idea. No nos podemos quedar impávidos frente a esta realidad y al tamaño del daño económico del fraude», expuso el Decano de la Facultad de Derecho de la UMSA.
Cúneo Libarona destacó que el fraude está claramente ligado a la estafa, que es la conducta punible en estos casos. Hay una maniobra inicial del autor, quien despliega un ardid y engaño para que la víctima -en este caso la aseguradora- incurra en un error y así conseguir el pago, generando un perjuicio patrimonial.
«Con el ardid y el engaño lo que se deforma es la verdad. No interesa el despliegue o lo burdo del engaño, lo que importa es si tuvo éxito en el intento», señaló.
Hay otra jurisprudencia que dice que al descuidado -la víctima- no lo protege el derecho penal. «El fraude siempre es con dolo, es a propósito y a conciencia», expresó Cúneo Libarona.
La pena para el fraude / estafa es baja, va de 1 mes a 6 años de prisión pero siempre hay probation o condenas en suspenso. «El monto del fraude gradúa la pena pero no el delito», concluyó.
Dr. Pablo Alejandro González
Destacó que no se trata de querellar a cualquier precio sino con mucha seriedad y solvencia técnica.
«Hemos analizado muchos desistimientos porque es lo que más se ve en el mercado asegurador. Pero, ¿con el desistimiento alcanza para una acusación penal? Desistir es una condición previa pero no suficiente, donde el autor reconoce que lo intentó, pero se necesitan más pruebas para robustecer la acusación (por ejemplo, testigos, cámaras, etc.)».
Algunos señalan que si desiste no es punible, pero si lo hace cuando es descubierto ya no es voluntario. Y citó varios casos como ejemplo, entre ellos: «Un asegurado de Libra denuncia un siniestro que, en realidad, había ocurrido previo a la suscripción. Cuando Libra se contacta con la otra compañía aseguradora, se descubre que el siniestro había ocurrido con anterioridad a la fecha denunciada».
Para finalizar, el Dr. González alertó que, en algunos casos de fraude, se cuenta con el «asesoramiento» del PAS, convirtiéndose en partícipe del acto delictivo.