La penetración de los seguros de incendio en nuestro mercado es aún muy baja. Uno de los principales motivos para no contratar esta cobertura tiene que ver con las dificultades económicas, sin tener en cuenta que en momentos de crisis es cuando mejor protegido hay que estar, porque un siniestro hará imposible la reposición o reparación de los bienes perdidos o dañados. Este artículo detalla los daños comprendidos dentro de la cobertura de incendio, así como también aquellos bienes excluidos de la misma. Y además refleja datos relevantes de la Encuesta LEA 2022/23, que revela que el déficit de sumas aseguradas en el seguro de incendio sube de 37% a 40% y alcanza el cuarto registro más alto desde el año 2000.
Escribe Dra. Gabriela Álvarez
Incendio en un departamento de Beruti al 4500, entre Justo Santa María de Oro y Godoy Cruz, en el barrio porteño de Palermo, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Al menos nueve personas resultaron heridas y cuatro autos quedaron totalmente destrozados a raíz de un incendio que se desató en la cochera de un edificio. Según las primeras investigaciones, en la cochera del lugar se encontraba un tablero eléctrico de alta tensión, en el cual se desarrolló un proceso ígneo. Además, a 20 metros de acceso al edificio estaba ubicada una cámara transformadora que también produjo explosiones. También se vieron afectados cuatro motos y otros dos autos que estaban próximos al fuego.
Incendio y explosión en una casa ubicada en Pedro Morán y Quevedo, Villa Devoto. Una persona murió y otra resultó herida con quemaduras graves como resultado de una explosión y el derrumbe de una vivienda de planta baja y primer piso ocurrido en el barrio porteño de Villa Devoto. El hecho tuvo lugar en una casa ubicada en Pedro Morán y Quevedo, donde dos operarios de la empresa de Metrogas trabajaban por una fuga de gas. Por causas que se desconocen, se produjo una fuerte explosión que provocó el derrumbe de la vivienda ubicada en ese lugar y el incendio de dos vehículos que se encontraban estacionados en el área. Todo comenzó luego de llamados telefónicos por parte de vecinos del lugar que alertaban por un fuerte olor a gas en la zona; cuando uno de los operarios arribó, abrió la tapa del medidor y se produjo la explosión que derivó en el incendio. El foco ígneo en la vivienda se concentró en el primer piso, donde también se produjo un derrumbe parcial.
Feroz incendio en el parador y restaurante La Susana, en José Ignacio, Uruguay. El clásico restaurante ubicado en la playa Mansa fue devorado por las llamas. Los turistas huyeron de la zona, que estaba colmada por el fin de semana largo de Carnaval. El parador comenzó a arder minutos después de las 18 horas. Con rapidez, las llamas crecieron y una enorme columna de humo negro empezó a escalar hacia el cielo. El incendio habría comenzado en la cocina y el lugar quedó atrapado por el fuego rapidísimo. El fuego consumió la estructura del parador, que estaba construido en madera.
Estas son sólo algunas de las noticias de los incendios ocurridos desde hace un tiempo a esta parte. Cualquier hogar o empresa, de un momento a otro y de la forma más inesperada, puede prenderse fuego. Los incendios ocurren mucho más a menudo de lo que imaginamos y nadie está exento de ser el próximo afectado.
La ocurrencia de un incendio es realmente un hecho catastrófico, no sólo por lo principal que tiene que ver con la existencia de lesionados o fallecidos a consecuencia del mismo, sino también por las terribles consecuencias económicas que este tipo de eventos provoca en la vida de las personas que los sufren. De un momento a otro, una familia se queda sin vivienda, una empresa sin instalaciones para trabajar y con un gasto enorme que implica volver las cosas al estado anterior al siniestro. En el caso de las viviendas, luego de transitado el shock emocional que produce este evento y transitado el momento de los lesionados o fallecidos, llega otro problema de gran importancia, el de haberse quedado sin la casa propia, sin todo lo que allí tenían y encima sin dinero para afrontar los daños multimillonarios que provocaron las llamas y el humo, tanto en el propio inmueble como en los alrededores.
Por ello, el único modo de salir indemne de una situación así, al menos en lo que hace al tema patrimonial, es estar protegidos con una cobertura contra incendio que nos permita contar con el dinero necesario para afrontar un siniestro de tal envergadura.
En líneas generales, la cobertura contra incendios de hogares está amparada bajo la póliza de Combinado Familiar, o también conocida como Seguro de Hogar.
Puntualmente, en lo que hace a la cobertura de incendio, el Asegurador se compromete a indemnizar los daños materiales causados a los bienes objeto del seguro por la acción directa o indirecta del FUEGO, RAYO O EXPLOSIÓN. Se entiende por fuego toda combustión que origine incendio o principio de incendio.
No obstante, el Asegurador será responsable por:
a) Daño Material Directo: El Asegurador indemnizará también por todo Daño Material Directo, producido a los bienes objetos del seguro causados por, o en ocasión de, o como consecuencia de:
1. Hechos de tumulto popular, huelga y lock-out.
2. Otros hechos de vandalismo y malevolencia, siempre que no formen parte de una situación de guerra civil o internacional, rebelión, sedición o motín o guerrilla.
3. Impacto de aeronaves, vehículos terrestres, sus partes componentes y/o carga transportada. No obstante no responderá cuando éstos fueran propiedad del Asegurado o se encontraran bajo su custodia y/o de los inquilinos del bien objeto del seguro y/o sus dependientes y familiares de cualquiera de ellos; incluso tampoco responderá por los daños producidos por impacto de la carga transportada por vehículos terrestres en el curso de maniobras de carga y descarga.
4. Humo que provenga del incendio ocurrido en el bien asegurado o en las inmediaciones cuando éstas sean menores a un (1) kilómetro, o de desperfectos en el funcionamiento de cualquier aparato que forma parte de la instalación de calefacción ambiental y/o cocina instalados en el bien asegurado y siempre que en el caso de quemadores de combustibles se hayan previsto los correspondientes conductos para evacuaciones de gases y/o humo, conforme a las reglamentaciones en vigor.
b) Respecto de los Daños indirectos, se deja constancia que se cubren únicamente los daños materiales causados por: 1. Cualquier medio empleado para extinguir, evitar o circunscribir la propagación del daño. 2. Salvamento o evacuación inevitable a causa del siniestro. 3. La destrucción y/o demolición ordenada por autoridad competente. 4. Consecuencia del fuego y demás eventos amparados por la póliza ocurridos en las inmediaciones. 5. La indemnización por extravío durante el siniestro, comprende únicamente los que se produzcan en ocasión del traslado de los bienes alcanzados por la cobertura con motivo de las operaciones de salvamento.
c) Quedan excluidos del seguro, salvo pacto en contrario, los siguientes bienes: Moneda (papel o metálico) y en general todo instrumento monetario equivalente; oro, plata y otros metales preciosos; perlas y piedras preciosas no engarzadas; manuscritos, documentos, papeles de comercio, títulos, acciones, bonos y otros valores mobiliarios; patrones, clisés, matrices, modelos y moldes; croquis, dibujos y planos técnicos; explosivos, pirotecnia y materiales nucleares; colecciones filatélicas o numismática; software y sus licencias, registros de información de cualquier tipo o descripción; vehículos que requieran licencia para circular y sus contenidos; silos bolsa (mientras se encuentren en servicio) y sus contenidos; animales vivos, plantas, árboles, pasto, césped, y en general cualquier ser perteneciente tanto al reino animal como vegetal; y los bienes asegurados específicamente con pólizas de otras ramas, con cobertura que comprenda el riesgo de incendio.
Encuesta LEA 2022/23
Desde el año 2000, LEA (Leza, Escriña y Asociados S.A.) elabora una encuesta que apunta a responder las siguientes preguntas: ¿Qué nivel de actualización tienen las sumas aseguradas de incendio en Argentina? ¿Cuál ha sido la evolución en los últimos años? La información brindada en la misma, surge del análisis de 100 informes de inspección realizados durante los últimos meses de 2022 para 20 aseguradoras del mercado argentino y abarca distintas carteras, actividades y provincias.
La muestra está constituida por 40% de establecimientos ubicados en CABA y GBA, y 60% de riesgos en el interior del país (incluyendo el resto de la Provincia de Buenos Aires). De dicha encuesta se pudieron obtener los siguientes resultados:
• El déficit de sumas aseguradas en el seguro de incendio sube de 37% a 40% y alcanza el 4to registro más alto desde el año 2000.
• El 35% de los riesgos considerados en 2022 tienen menos de 3.000 m2, el 42% tienen entre 3.000 y 10.000 m2, y el 23% tienen más de 10.000 m2.
• La encuesta 2022/23 concluye que los edificios se encuentran asegurados (en promedio) al 60,01% de su valor de reconstrucción a nuevo. Partiendo de la base que la mayor parte de los siniestros en edificios son parciales, y que ante un eventual siniestro siempre se requiere reconstruir con materiales nuevos, se puede advertir la desprotección que este nivel de cobertura significa para gran cantidad de asegurados.
• El infraseguro es menor en los Asegurados con superficies cubiertas superiores a 10.000 m2 (promedio de 33,5%) mientras que es máximo para los asegurados con superficies cubiertas entre 3.000 y 10.000 m2 (43,71%). El infraseguro de los edificios es mayor en los asegurados en pesos (42,5%) respecto de los asegurados en dólares (37,74%); sin embargo, esta diferencia se redujo sustancialmente respecto de años anteriores debido al atraso cambiario calculado en 25% e inflación mundial del 20% en los últimos 2 años.
• LEA ha medido la evolución del infraseguro desde el año 2000, período en el cual la medición ha oscilado entre el 26 y 43%. Los valores mínimos se han alcanzado luego de varios años de baja inflación y los valores más altos en períodos posteriores a las devaluaciones (2002, 2014 y 2019). El registro actual es el cuarto en importancia en la serie de los últimos 22 años, pero a diferencia de los otros tres casos, no es consecuencia de un evento de devaluación. Tres eventos máximos se han registrado en los últimos 8 años, mostrando que el infraseguro es una situación «crónica»; que podría agravarse aún más frente a la eventualidad de una nueva corrección cambiaria (devaluación del dólar oficial).
• Conclusión: Aquellos que aseguran sus edificios en moneda extranjera deben estar atentos, ya no pueden confiar, como en otras oportunidades, en una adecuada actualización de las sumas aseguradas. Tampoco las cláusulas de estabilización (cláusulas swing) alcanzan para compensar la pérdida de valor del dólar oficial como moneda de referencia. El infraseguro promedio es cercano al 37%. En referencia a las maquinarias, el infraseguro de las pólizas en dólares es algo menor que para los edificios, situación que depende mucho del país de origen, del componente local respecto del importado y de las condiciones del mercado de la maquinaria (oferta y demanda). Para los asegurados «en pesos» el infraseguro supera el 42,5% y es grave tanto en el rubro edificios como maquinarias. En todos los casos, es conveniente realizar cada 4 años una valoración por un profesional competente, que emite un informe certificado y constituye un importante soporte para una práctica profesional de Administración de Riesgos. También es importante una vigilancia constante de la adecuación de los capitales asegurados cada 6 meses.
Lo cierto es que a pesar de las consecuencias terribles que estos siniestros generan, la penetración de los seguros de incendio en nuestro mercado es aún muy baja. Dentro de los principales motivos que podemos mencionar que tienen los clientes para no contratar este tipo de coberturas tienen que ver con las dificultades económicas, sin tener en cuenta que en momentos de crisis económica es cuando mejor protegido hay que estar, porque un siniestro hará imposible la reposición o reparación de los bienes perdidos o dañados. Lo cierto es que la realidad del mercado de seguros argentino es que solo se contratan masivamente las coberturas de perfil obligatorio (ART, Automotores); no hay creada una conciencia aseguradora que lleve a amparar lo más valioso que tenemos, como es la vida de cada uno, y lo segundo más importante que son nuestras propiedades inmuebles.