La biodiversidad del planeta está en serio peligro y el cambio climático se considera una de las cinco presiones principales que impulsan la pérdida de la biodiversidad en el mundo, junto con la merma de hábitat, la sobreexplotación, la contaminación y las especies exóticas invasoras. Este artículo analiza y desarrolla el estrecho vínculo existente entre cambio climático, calentamiento global y el daño a la biodiversidad, sus causas y consecuencias, así como también el impacto para las empresas.
Escribe Dra. Gabriela Álvarez

Hace algunos años, las expresiones biodiversidad y cambio climático irrumpieron en nuestra sociedad de manera casi cotidiana, pero ¿qué significan realmente esos términos y cómo pueden afectar la vida humana y de las empresas en general?
La biodiversidad, como su nombre lo indica hace referencia básicamente a la diversidad de vida, la variedad de seres vivos que habitan el planeta y sus relaciones entre sí y con el medio que los rodea. Es ni más ni menos que el producto de millones de años de evolución. El término biodiversidad comprende tanto la diversidad genética, de especies (animales, plantas, hongos y microorganismos), de poblaciones y de ecosistemas, como la de los múltiples procesos culturales que en diferentes épocas y contextos han caracterizado la relación del ser humano con su entorno natural.

La biodiversidad apuntala el sistema alimentario del mundo; sostiene la calidad del aire, del agua dulce y de los suelos; regula el clima; aporta la polinización y el control de plagas; absorbe las emisiones de carbono y reduce el impacto de los peligros naturales. Tan sólo para que tengamos una aproximación a la importancia de su recuperación, más del 75% de los tipos de cultivos alimentarios globales, que incluyen frutas, vegetales y cultivos industriales, como el café, cacao y almendras, dependen de la polinización animal. Asimismo, proporciona materias primas y medicinas básicas, se estima que 2 mil millones de personas dependen de la madera como combustible para satisfacer sus necesidades primarias de energía, 4 mil millones de personas dependen de las medicinas naturales para el cuidado de su salud y el 70% de las drogas utilizadas para el cáncer son naturales o son productos sintéticos inspirados en la naturaleza. Es por ello que el Informe de Riesgos Globales 2021 del Foro Económico Mundial, coloca a la pérdida de biodiversidad entre los cinco mayores riesgos en términos de probabilidad e impacto por segundo año consecutivo.
Durante el siglo XX se ha observado la erosión cada vez más acelerada de la biodiversidad, la pérdida de especies es la mayor registrada en cualquier época de la historia humana. Sólo en el reino vegetal se estima que se encuentran amenazadas aproximadamente un 12,5% de las especies actualmente conocidas y ello debido principalmente a la actividad humana, incluyendo la destrucción directa de plantas y su hábitat. A ello debe sumarse que existe también una marcada preocupación por la introducción humana de especies exóticas dentro de hábitats determinados, alterando de esta manera la cadena trófica.?

Dentro de las actividades humanas dirigidas al desarrollo que afectan directamente la biodiversidad, podemos destacar:
Proyectos agrícolas y ganaderos que impliquen el desmonte de tierras, la eliminación de tierras húmedas, la inundación para reservorios para riego, el desplazamiento de la vida silvestre mediante cercos o ganado doméstico, el uso intensivo de pesticidas, la introducción del monocultivo de productos comerciales en lugares que antes dependieron de un gran surtido de cultivos locales para la agricultura de subsistencia.
Proyectos de piscicultura que comprendan la conversión, para la acuicultura o maricultura, de importantes sitios naturales de reproducción o crianza, la pesca excesiva, la introducción de especies exóticas en ecosistemas acuáticos naturales.
Proyectos forestales que incluyan la construcción de caminos de acceso, explotación forestal intensiva, establecimiento de industrias para productos forestales que generan más desarrollo cerca del sitio del proyecto.
Proyectos de transporte que abarquen la construcción de caminos principales, puentes, caminos rurales, ferrocarriles o canales, los cuales podrían facilitar el acceso a áreas naturales y a la población de las mismas.
Canalización de los ríos.
Actividades de dragado y relleno en tierras húmedas costeras o del interior.
Proyectos hidroeléctricos que impliquen grandes desviaciones del agua, inundaciones u otras importantes transformaciones de áreas naturales acuáticas o terrestres, produciendo la reducción o modificación del hábitat y el consecuente traslado necesario hacia nuevas áreas y la probable violación de la capacidad de mantenimiento.
Riego y otros proyectos de agua potable que puedan vaciar el agua, drenar los hábitats en tierras húmedas o eliminar fuentes vitales de agua.
Proyectos industriales que produzcan la contaminación del aire, agua o suelo.
Pérdida en gran escala del hábitat, debido a la minería y exploración mineral.
Conversión de los recursos biológicos para combustibles o alimentos a escala industrial.
La sobrepoblación humana y el antropocentrismo.

Lo cierto es que la biodiversidad del planeta está en serio peligro y el cambio climático se considera una de las cinco presiones principales que impulsan la pérdida de la biodiversidad en el mundo, junto con la pérdida de hábitat, la sobreexplotación, la contaminación y las especies exóticas invasoras.

¿Qué es el Cambio Climático?

El cambio climático y la creciente crisis ecológica, junto con la pobreza y la desigualdad, son los principales desafíos de nuestra era a nivel ambiental, social y económico. El aumento excesivo de los gases de efecto invernadero producidos por la actividad humana provocan el deterioro de la capa de ozono y el cambio climático. Básicamente, el cambio climático podemos definirlo como la alteración del clima y las temperaturas de la Tierra, que afecta a los ecosistemas y origina cambios que directa o indirectamente son producidos por la actividad humana. El cambio climático es un fenómeno ambiental de profundas consecuencias económicas y sociales que afecta principalmente a los países del Sur, situados en zonas menos preparadas estructuralmente para soportar dichos fenómenos naturales. El impacto medioambiental repercute en gran medida en la sequía de los ríos y la falta de agua potable, como también en los cambios en las condiciones de la producción de alimentos y el aumento de desastres naturales como sequías, olas de calor e inundaciones. En los últimos 150 años, la temperatura media ha aumentado casi 0,8 º C en todo el mundo, y en torno a 1º C en Europa.
Pero, en realidad, la definición de cambio climático abarca numerosas variables, como los ciclos del agua, los vientos solares y la posición de la Luna. A su vez, estas variables generan modificaciones sobre las condiciones atmosféricas que motivan la gran complejidad que caracteriza al clima de la Tierra. Además del calentamiento global, también el cambio climático influye en las precipitaciones, nubosidad y muchos otros parámetros. Se considera que si el aumento de la temperatura promedio global es mayor a 4ºC comparado con las temperaturas preindustriales, en muchas partes del mundo ya los sistemas naturales no podrán adaptarse y, por lo tanto, no podrán sustentar a la población en la manera en que se agotarán los recursos naturales.

Causas del Calentamiento Global

Las causas naturales del calentamiento global tienen relación con la energía recibida desde el Sol, que debe estar en balance con la radiación emitida desde la superficie terrestre. Es así que, cualquier factor que genere un cambio entre la cantidad de energía que entra a la Tierra y su atmósfera y la energía que sale de ellas puede generar un cambio climático. Las causas naturales que provocan el calentamiento global están relacionadas con los procesos naturales, tales como la actividad volcánica, la radiación solar y la órbita de la Tierra alrededor del Sol. Por otra parte, el desarrollo de la ganadería provocó que vacas y ovejas produzcan gran cantidad de metano durante la digestión. La tala de selvas tropicales y la deforestación de los árboles en todo el planeta han provocado que su función de absorber el CO2 se reduzca, haciendo que el dióxido de carbono almacenado en los árboles se libere a la atmósfera y aumente el efecto invernadero. Sin embargo, la acción humana es la principal causa del cambio climático, a través de la utilización desmedida de los combustibles fósiles, el carbón y gas a gran escala, la deforestación, el mal uso de los residuos, entre otras. El CO2 es producido principalmente por la actividad humana y es responsable del 63% del calentamiento global causado por el hombre.

Consecuencias del Cambio Climático

El cambio climático ya está afectando las vidas de muchas personas, sus medios de subsistencia, su salud, sus ecosistemas, sus economías y su seguridad alimentaria. Las comunidades más pobres y vulnerables están siendo las más afectadas, ya que tienen una capacidad de adaptación limitada y el cambio climático amenaza con condenar a comunidades enteras a la pobreza, destruyendo beneficios conseguidos durante décadas de desarrollo. Tormentas violentas, sequías o inundaciones son sólo algunos ejemplos.

Biodiversidad en Riesgo

La biodiversidad está en serio peligro. Los cambios en las temperaturas no solo afectan a la especie humana, sino también a la biodiversidad del planeta. La pérdida de hábitat está aumentando vertiginosamente, lo que provoca que numerosas especies se encuentren en peligro de extinción. Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), entre los ecosistemas más afectados destacan:
• Arrecifes de coral. Con el aumento de temperatura del mar y acidificación del agua los arrecifes sufren un fenómeno llamado ‘blanqueamiento’ en el que se rompe la relación simbiótica con las algas que les permiten tener alta productividad y mantener numerosas especies.
• Bosques de niebla. Se ubican en un rango altitudinal muy específico, pues requieren la humedad contenida en la niebla. Con el aumento de temperatura, la niebla se sitúa en lugares más altos y las especies del bosque no reciben la humedad suficiente para su desarrollo.
• Humedales costeros. El aumento del nivel del mar y unas mareas de tormenta más intensas implican mayor erosión y pérdida de hábitat para los humedales costeros, los cuales necesitarán espacio para migrar tierra adentro.
• Selvas secas. El incremento de temperatura amenaza seriamente a las selvas secas por la mayor propensión a sufrir incendios forestales y por limitar su rango de distribución.

Cuando estos bosques son destruidos y degradados, a causa de la deforestación, la ganadería, la implantación de represas hidroeléctricas, la construcción de carreteras o por la producción de biocombustibles tales como la soja, el aceite de palma o la caña de azúcar, no solo se destruye el hogar de las comunidades indígenas que allí habitan provocando una destrucción a nivel cultural y social, sino que se deja de absorber este dióxido de carbono y otros gases que antes eran contenidos por los bosques y selvas.
El cambio climático también genera cambios drásticos en el agua. Los científicos pronostican más sequías e inundaciones, la fusión de los glaciares y cambios drásticos en los patrones de precipitación y nieve. Esto incrementa la incertidumbre de disponibilidad del recurso agua para garantizar las necesidades sociales y ambientales futuras. Los impactos del cambio climático, en este sentido, dependen del uso que efectuemos del agua a medida que los aportes de agua vayan disminuyendo, pues junto a la sequía climática, existe una sequía antrópica provocada por el hombre, que se debe a una nefasta gestión de este recurso natural, debido a que consumimos agua por encima de las posibilidades que tenemos de disponer de ella. Es necesario limitar el crecimiento de la demanda de agua en muchas zonas del mundo hasta recuperar el equilibrio hídrico. A su vez, el deshielo de los polos en el Ártico y en la Antártida ya es un hecho demostrado por la comunidad científica internacional y se debe principalmente a que hay evidencias de que la temperatura de los océanos ha aumentado, lo que podría ser el detonante original del adelgazamiento del casquete de hielo. Por otra parte, la capa de hielo de los lagos también sufrió una importante reducción. El deshielo afecta gravemente la fauna y la flora de las regiones costeras y modifica la vida de la zona polar.
Por otra parte, el deshielo del Ártico ya es un hecho, pues el calentamiento global en esa zona es mucho mayor que en otras regiones del planeta por el -conocido como- «efecto albedo», que mide la reflexión de la luz solar sobre la Tierra. Cuando el albedo tiene valores muy altos -como en zonas de nieve y hielo- se da un efecto de enfriamiento, ya que se retiene menos energía en la Tierra; y al contrario, valores bajos de albedo provocan un efecto de calentamiento. El deshielo del Ártico generará también un mayor oleaje en la región, ya que las capas de hielo suponen una barrera natural para las olas del Atlántico. Estas olas más potentes acelerarán también el deshielo en el Ártico, ya que golpearán de forma más virulenta las masas de hielo.

Efectos del Cambio Climático en el Planeta

• Aumento del nivel del mar: cuando la temperatura de la superficie terrestre se calienta, se produce la fusión del hielo de los glaciares, del hielo marino, así como de la plataforma de hielo polar. Cuando esto sucede, aumenta la cantidad de agua que desemboca en los océanos de todo el mundo y conduce a que crezcan los niveles del mar drásticamente, poniendo en peligro numerosas ciudades que se sitúan bajo el nivel del mar.
• Olas de calor: las olas de calor se han vuelto cada vez más comunes, y los estudios indican que seguirán haciéndolo en los próximos años, lo que dará lugar a un aumento de enfermedades relacionadas con el calor y también desencadenar innumerables incendios.
• Tormentas: cuando la temperatura de los océanos se vuelve más cálida, las tormentas son más intensas. El calentamiento global hará que las tormentas puedan llegar a ser extremadamente graves. El agua caliente del océano alimentará la intensidad de las tormentas, dando como resultado un mayor número de huracanes.
• Sequía: las sequías se encuentran en el polo opuesto de este espectro y podemos ver que ya están causando estragos en varias partes de nuestro planeta. El planeta se está calentando y, a su vez, disminuye el agua dulce, lo que lleva a malas condiciones en la agricultura. Esto conlleva la pérdida de cosechas y a incertidumbre respecto a la seguridad alimentaria.
• Especies en extinción: la desertificación, el aumento de las temperaturas de los océanos, así como la deforestación, están contribuyendo a los cambios desastrosos e irreversibles que se están produciendo en el hábitat y amenaza con poner en peligro a varias especies, que pronto podrían extinguirse.
• Enfermedades: cuando hay un cambio en el hábitat, las temperaturas más cálidas, inundaciones y sequías, crean condiciones adecuadas para que las ratas, mosquitos, así como otras plagas que son portadores de enfermedades, se desarrollen. Enfermedades como el cólera, virus del Nilo Occidental, la enfermedad de Lyme o la fiebre del dengue son cada vez mayores. Respecto a las temperaturas del aire, éste también será un importante factor que incidirá en las defunciones previstas, provocando enfermedades cardiovasculares y respiratorias, sobre todo en la población de edad avanzada.
• Inestabilidad económica: la economía de un país está directamente relacionada con las consecuencias del cambio climático. Los desastres naturales como inundaciones o huracanes son costosos. La crisis mundial está dando lugar a tensiones económicas por controlar las materias primas que cada vez cuestan más.
• Destrucción de ecosistemas: el aumento de los gases de efecto invernadero no sólo está provocando cambios drásticos en la atmósfera, sino que también afecta al suministro de agua, el aire limpio y a la agricultura, así como a los recursos energéticos. Las plantas y los animales mueren o se trasladan a otros hábitats cuando los ecosistemas de los que dependen para sobrevivir se ven amenazados por el calentamiento de la temperatura del mar, como es el caso de los arrecifes de coral.
• Escasez alimentaria: La agricultura, la seguridad alimentaria y el cambio climático están íntimamente relacionados. Tratar de erradicar el hambre en el mundo, al mismo tiempo que nos preparamos para alimentar a una población cada vez mayor en el contexto de un clima cambiante, es un desafío que define nuestra era. El sector agrícola se está viendo especialmente afectado por el cambio climático, la desertificación, la degradación de la tierra, la sequía, las inundaciones y la escasez de agua. Se estima que si no se actúa urgentemente, se perderán de manera inmediata 50 años de trabajo en el desarrollo de los países más pobres, ya que el hambre provocada por el cambio climático podría ser la mayor tragedia del siglo.

Pérdida de Biodiversidad y sus consecuencias para las Empresas

La biodiversidad también resulta vital no sólo para el ser humano, sino también para su desarrollo personal y profesional, lo que implica también el éxito de un negocio, una industria y toda la economía en general. La pandemia que vivimos actualmente demostró que toda la vida está conectada y que cualquier interrupción que surja en una parte del mundo tendrá un efecto dominó en otra.
Todas las empresas de una u otra manera dependen de la biodiversidad, algunas actividades de forma más marcada que otra, pero lo cierto es que la pérdida de ésta provoca un riesgo crítico para todas las empresas. La destrucción de la naturaleza inevitablemente tendrá un impacto en las utilidades, por ejemplo, a través de stocks reducidos de insumos alimentarios, la disrupción de las cadenas de aprovisionamiento de commodities, las pérdidas económicas causadas por los peligros naturales y la pérdida de nuevas fuentes potenciales de medicinas y materias primas. Dentro de los riesgos indirectos, podemos destacar los riesgos financieros, regulatorios y de la reputación para las empresas.
Por ello, resulta sumamente importante que las empresas cumplan un rol claro de protección de la biodiversidad, pues no se trata sólo de evitar el riesgo, sino que existen gran cantidad de acciones que las compañías pueden desarrollar para actuar de manera responsable en su impacto sobre la biodiversidad. De hecho, muchas empresas han advertido que al recortar sus emisiones de gases invernadero no sólo combaten el cambio climático sino que también pueden ahorrar dinero, mejorar su competitividad y reforzar su reputación corporativa.