En épocas donde la tecnología nos impulsó a un mundo a medida y personalizado para las necesidades de cada individuo, en el mundo del agro, la utilización de la tecnología genera mayor previsibilidad para los propietarios de los campos y un mejor desenvolvimiento; así como también, la posibilidad de generar nuevas coberturas para los actores del mundo del seguro. La nota indaga acerca de los medios tecnológicos que potencian la producción y minimizan los riesgos para el sector agrícola.
Escribe Dra. Gabriela Álvarez
La tecnología irrumpe en nuestra sociedad atravesándola en todos los aspectos y rubros posibles. De esta manera, nos facilita las actividades que cada uno desempeña, automatiza procesos que antes nos insumían largas horas, y hace posible cuestiones que antes ni siquiera imaginábamos que se podrían hacer. La tecnología revolucionó la forma de manejarnos en todos los aspectos de la vida, desde los quehaceres diarios, los empleos, la educación, las diferentes industrias, hasta cambió nuestra forma misma de relacionarnos con los demás.
Sector Agropecuario
Puntualmente aplicado a las diferentes industrias, tenemos como un ejemplo más de revolución, el producido sobre el sector agropecuario. La tecnología, entendida en su sentido más amplio, incluyendo el big data, y la internet de las cosas, el uso de drones, satélites, entre otros, ha modificado sustancialmente la forma de desarrollar las tareas en este sector tan particular e importante para nuestro país. La tecnología ha permitido también, que uno de los principales riesgos que presenta la actividad, como es el riesgo climático, pueda verse reducido en su impacto a través de coberturas de seguros que protejan al productor agropecuario, cada vez de una forma más personalizada y acorde a sus necesidades.
Para ello, la tecnología aplicada a la gestión de datos ha ocupado un rol fundamental, ya sea que hablemos de la toma de información, a través de satélites, drones, radares o sensores avalados por estaciones espaciales, como así también si nos referimos a ordenarlos, procesarlos y generar algoritmos que permitan calcular con una precisión casi infalible los datos climáticos y productivos más cercanos a la realidad de un determinado lote o zona geográfica. Ello permite también poder armar una historia de aproximadamente 20 años en el registro de datos, lo que posibilita la generación de índices o parámetros que permiten armar nuevas coberturas de acuerdo a las diferentes necesidades del lugar, transferir los riesgos climáticos y de esta forma estabilizar los ingresos para quien emprende un negocio como este.
Es así que cada avance tecnológico nos permite desarrollar diferentes áreas de trabajo. Internet de las cosas que mide la humedad, temperatura y los gases dentro de un silo bolsa, o bien como una suerte de sistema operativo que programa maquinarias agrícolas. El uso de satélites, que brinda datos de índice verde sobre determinada zona o parcela. Plataformas electrónicas, como un gran mercado mayorista de insumos para la agricultura o incluso como una nueva forma de comercializar los granos. Los drones que permiten realizar una pulverización de precisión en los casos de malezas detectadas en un campo.
Este universo de la tecnología aplicada al sector agropecuario viene creciendo a un ritmo vertiginoso en el mundo durante la última década a niveles de casi el 15% anual, el triple del resto de los ecosistemas y, según un informe de la consultora Deloitte, es un mercado que supera los u$s 3 trillones a nivel global.
El sector agropecuario fue experimentando numerosos y radicales cambios a lo largo de su historia. En un primer momento se trató de la mecanización, luego continuó de la mano de la automatización y ahora en la actualidad estamos presenciando el impacto de la inteligencia artificial.
Es que la aplicación de estas nuevas tecnologías, no sólo permiten hacer más sencillo y preciso el trabajo, sino que agregan un valor añadido que, de otra forma, las empresas no tendrían capacidad de poner en marcha únicamente con los recursos humanos disponibles. Ello ha motivado la unión de grandes empresas de base tecnológica con otras dedicadas exclusivamente a la agricultura, quienes tienen el expertise del negocio y lo potencian con la asociación a diferentes plataformas tecnológicas.
Esta irrupción tecnológica, tiene como objetivo principal transformar el modelo de producción tradicional, logrando minimizar los riesgos que implica una verdadera empresa a cielo abierto, buscando aumentar la producción y mejorar el rendimiento de los cultivos, reduciendo los costos de mano de obra, manteniendo la calidad y características de los alimentos.
Satélites, drones, sensores agronómicos y un moderno software de gestión, son capaces de recoger información en tiempo real desde cualquier parte de las parcelas cultivadas, analizar esa información en tan sólo breves segundos e informar al agricultor de las diferentes necesidades de cada parcela con el fin de optimizar las plantaciones y conseguir un mayor rendimiento del suelo usando la plataforma de visualización de los datos. Aplicando tecnologías de inteligencia artificial, los agricultores pueden obtener modelos predictivos y prescriptivos, fáciles de interpretar y que los llevan a homogeneizar el cultivo, maximizando procesos de sembrado, fertilización y cuidado, llegando a conocer los kilos de producción que se tiene en cada parcela y la calidad del producto cultivado.
Esto impacta de lleno en el sector asegurador para este tipo de nichos de mercado, puesto que si la tecnología aplicada al sector agrario es capaz de minimizar los riesgos, las compañías deberían replantearse nuevas coberturas innovadoras, capaces de cubrir las necesidades reales de los nuevos agricultores pioneros en el uso de medios tecnológicos.
Cinco medios tecnológicos que potencian la producción y minimizan los riesgos
STARTUPS AGRÍCOLAS
Las llamadas aplicaciones agrícolas para utilizar en móviles han tenido desde su aparición un papel muy relevante en los sistemas de regadío. También permiten registrar las labores agrícolas y tratamientos realizados, generando un historial que queda siempre a la mano. El denominado ‘cuaderno de campo digital’ resulta clave para saber el estado de una explotación agrícola, tenerlo todo controlado y a mano a través de una aplicación móvil. Asimismo, la información estará disponible en tiempo real, lista para consultar las 24 horas los 365 días del año.
USO DE SENSORES
Gracias a la utilización de diversos sensores que se instalan a lo largo de las diferentes parcelas, podemos conocer el estado de nuestro cultivo sin movernos de casa. Estos sensores emiten informes que permiten conocer en tiempo real el estado de las parcelas en cualquier momento, pudiendo analizar la información y tomar mejores decisiones para optimizar mejor los recursos. Gracias a ellos, es posible obtener información acerca de la temperatura del suelo, la humedad, el estado hídrico del cultivo, entre otros.
Otro tipo de sensores muy utilizados tienen que ver con un sensor óptico instalado en la barra del equipo de fertilización, el cual realiza una lectura del estado del cultivo cuando se pasa por encima con el tractor, ajustando en cada momento la dosis de fertilizante a aplicar en tiempo real. Así, se consigue una mayor uniformidad del cultivo y un ahorro muy importante de fertilizante.
TÉCNICAS LÁSER
Las técnicas láser permiten conocer el momento óptimo para cosechar sin dañar el cultivo y sin tener que confiar en la propia vista. De esta manera, será posible recolectar el fruto en el mejor momento tanto en sabor como textura. Estas nuevas tecnologías agrícolas funcionan mediante una luz láser que interactúa con cualquier medio y crea un patrón que se puede comparar con un estándar de referencia para saber la tasa de respiración y la producción de etileno de la fruta. Por otro lado, existen también tecnologías que permiten reducir la presencia de aves, ahuyentándolas y evitando de esa manera que regresen sin provocarles daño alguno.
DRONES AGRÍCOLAS
Los drones permiten tomar información de las diferentes parcelas agrícolas. La información que se puede recoger con estos aparatos tiene distintos alcances y puede ser relativa a:
• estado de vigor del cultivo
• estado hídrico para detectar deficiencias de riego
• detectar posibles plagas que están afectando una zona determinada de la explotación, entre otras.
Pero los drones para agricultura no solo sirven para la toma de información, sino que también son capaces de realizar tratamientos de fumigación desde el aire, transportando hasta 10 litros de producto.
ROBOTS AGRÍCOLAS
Los robots agrícolas tienden a simplificar la labor, mejorando la eficiencia y reduciendo los costos. Para ello existen robots que recolectan y analizan diferentes cultivos.
Nuevas tecnologías y seguros a medida
En nuestro país, la penetración del mercado agrícola en el mundo asegurador ronda aproximadamente el 3% de la producción total de seguros, de los cuales la gran mayoría corresponde a coberturas de granizo y granizo con adicionales.
Desde hace algunos años, las consecuencias del denominado cambio climático están azotando con mayor frecuencia a nuestro país, provocando así inestabilidades en los patrones que conocemos. Ejemplos como las olas de calor más recurrentes, duraderas e intensas, las lluvias más espaciadas, pero con una creciente intensidad, incendios, entre otras, todo ello hace que el clima y el tiempo tengan mayor inestabilidad, lo que torna fundamental e imprescindible contar con una transferencia del riesgo, que permita al productor agropecuario al menos recuperar algo de todo lo perdido.
Afortunadamente, en nuestro mercado local se han ido desarrollando herramientas que permiten armar índices paramétricos basados en tecnologías satelitales sumado a la gestión de datos con sus algoritmos.
Actualmente, nuestro país cuenta con distintos sistemas tecnológicos, que permiten al productor volcar su gestión a campo, protocolizando y ordenando su recolección de datos. Esto lo nutre de un sinfín de ventajas, tales como: un mayor conocimiento de su lote, aumento de la productividad, mejora en la sustentabilidad y responsabilidad de producción al utilizar menor cantidad de agroquímicos y, por último, genera información muy valiosa para las compañías de seguros que les permita armar coberturas a medida y según las necesidades reales de cada lote.
En épocas donde la tecnología nos impulsó a un mundo a medida y personalizado para las necesidades de cada individuo, en el mundo del agro, la utilización de la tecnología genera mayor previsibilidad para los propietarios de los campos y un mejor desenvolvimiento y posibilidad de generar nuevas coberturas, para los actores del mundo del seguro.