Utilizamos internet para absolutamente todos los aspectos de nuestra vida, el cual ha implicado un cambio fundamental en la forma de relacionarnos socialmente y también en el modo de realizar negocios. El mundo asegurador asimismo debió sufrir enormes transformaciones para poder adaptarse a la nueva realidad, donde las redes sociales cambiaron por completo la venta de seguros. En este contexto, esta nota indaga acerca de cómo firmas de la talla de Falabella, Garbarino, Mercado Libre e incluso Google han demostrado su interés por el rubro asegurador. Y en especial, el desembarco de Mercado Libre y Google en la industria aseguradora.
Escribe Dra. Gabriela Álvarez

Internet y la Revolución Tecnológica

Casi sin darnos cuenta y al mejor estilo de esas películas fantasiosas que nos adelantaban cómo sería el futuro de nuestra sociedad, internet llegó para revolucionar nuestras vidas. Lo que comenzó siendo una simple herramienta para el traspaso y almacenamiento de datos, logró convertirse hoy en día en una parte fundamental de nuestras experiencias cotidianas. Internet atravesó transversalmente todos y cada uno de los aspectos de las sociedades de todo el mundo, nos permitió realizar cosas que hasta ese momento eran inimaginables y mucho más aún. Desde el mundo de las comunicaciones, la forma de comprar, de pagar, la búsqueda de información, de contenidos, hasta la posibilidad de desarrollar la actividad laboral en forma remota, absolutamente todo lo que podamos imaginar se hizo posible en poco tiempo y de forma inesperada con la llegada de esta herramienta.
Utilizamos internet para absolutamente todos los aspectos de nuestra vida. La posibilidad de comunicarnos en tiempo real con cualquier persona sin importar la distancia que nos separe, la facilidad de realizar compras y ventas en cualquier momento y lugar, las 24 horas los 365 días del año, sin movernos de casa, la comodidad de leer un libro o un periódico sin tener que concurrir hasta el kiosco más cercano, la inmediatez de las noticias que circulan todos los días y nos mantienen informados constantemente de lo que ocurre en todos los aspectos a nivel mundial con una actualización permanente de contenidos, la revolución que implicó en la forma de realizar negocios, la posibilidad de compartir nuestras vidas a través de fotos, videos y textos e incluso de vivir en un mundo paralelo como nos proponen algunos juegos, historias personales que se convierten en públicas, seguidas y compartidas por millones de usuarios y temas locales que se convierten en globales, todo ello se hizo posible gracias a la llegada de internet y a la constante actualización y avance que realiza día a día.

Lo que comenzó siendo una herramienta para pocos entendedores de la materia es, al día de hoy, un instrumento que la inmensa mayoría de la población maneja mejor que cualquier otra. Internet implica además un cambio fundamental en la forma de relacionarse socialmente. Hoy en día, las amistades y los grupos de interés se conectan y se fomentan a través de las redes sociales y las consolas de videojuegos, sin importar las restricciones geográficas. Vivimos en una nueva sociedad en red y globalizada, unida a través de estas tecnologías, que en su lado más oscuro plantea también nuevos retos para la privacidad y la seguridad.
Hoy en día la instantaneidad y la movilidad se han vuelto fundamentales en nuestra evolución. No hay duda de que nos enfrentamos a una realidad que es cada vez más móvil, con conectividad total a internet a través de smartphones y tabletas en todos los ámbitos. Una realidad en la que toda nuestra vida está en la nube sin depender de un dispositivo concreto. La tendencia en el uso de internet de los usuarios ya no es pasar horas y horas conectados frente a una computadora, sino estar conectados en todo momento y en cualquier lugar a través de cualquier dispositivo móvil. Las redes sociales son una fuente inagotable de información y han hecho que el consumidor pase de cumplir un papel de receptor pasivo de un mensaje a través de los medios de comunicación tradicionales, a tener un papel activo, donde él selecciona qué información desea recibir, cómo y cuándo, e incluso opinar y comentar la información recibida.
En lo relativo a los hábitos de consumo, internet también ha implicado un cambio fundamental en la forma de realizar negocios. La publicidad personalizada y los productos que se adaptan cada vez más al interés de cada usuario en particular, se han vuelto tendencia, en un mundo donde el consumidor es quien elige y decide, munido de información a la orden del día. Las nuevas tecnologías aumentan la velocidad de transferencia de información, lo que hace posible el consumo a la carta. Las ventajas que ofrece internet en este ámbito son infinitas tanto en lo que hace al consumo de contenidos, de ocio, de información, de asesoramiento, como en las innumerables ventajas derivadas del comercio online, que hoy en día se ha convertido en un canal de enorme relevancia para la distribución de productos y servicios. Actualmente podemos ir de compras prácticamente por cualquier local en forma online, contratar viajes a cualquier destino del mundo, tener acceso a los sitios de compras digitales de cualquier país. El acceso a la información por parte de los consumidores se multiplica exponencialmente y las opiniones de los mismos acerca de la experiencia vivida, cobran un nuevo protagonismo. El acceso a todo tipo de listas de productos y comparativas, opiniones y valoraciones de los usuarios, recomendaciones, entre otras, constituyen un nuevo escenario para el consumo. Las nuevas aplicaciones permiten realizar transacciones económicas de forma segura y proporcionan nuevas oportunidades para el comercio.

Estos cambios y avances que se han ido produciendo en la sociedad, impactan a cualquier actividad comercial de la que estemos hablando. Tiendas de ropa, supermercados, bancos, agencias de autos, agencias de viajes, empresas de seguros, absolutamente todas las actividades debieron adaptar su forma de manejar el negocio a la nueva realidad. Hoy en día, es prácticamente inconcebible no contar con una página web, un perfil en las redes sociales, un whatsapp de contacto. Todo ello se ha convertido en nuestra nueva vidriera al mundo.

La aparición de la pandemia del Coronavirus ha provocado una aceleración de todos estos procesos. La necesidad de realizar intercambios, compras, ventas y consultas sin la posibilidad de salir de casa, obligó a muchas empresas a volcarse casi exclusivamente al canal digital, experiencia que en muchos casos llegó para quedarse. Incluso el trabajo remoto o teletrabajo, que ya venía siendo considerado por muchas empresas, de un día para el otro, debió implementarse a la fuerza, lo que implicó una actualización de los sistemas para que esa manera de trabajo fuera posible. El resurgimiento de aplicaciones para realizar videollamadas entre varios usuarios sin importar el lugar de ubicación se volvió fundamental para mantener esa comunicación fluida que antes tenía lugar en la oficina.

Seguros

Hablando ya en particular del mundo asegurador, éste debió también sufrir enormes transformaciones para poder adaptarse a la nueva realidad. Actualmente, todas las compañías de seguros cuentan con una página de internet, que permite no sólo conocer información sobre los diferentes productos que ofrece, promociones, tarifas, coberturas, sino también poder adquirir los productos a través de ella y, en muchos casos, autogestionar los propios siniestros, a través de la denuncia de los mismos, la posibilidad de conocer el estado de los reclamos o de la emisión de una póliza, entre otros.
Las redes sociales cambiaron por completo la forma de vender seguros. Surgió la posibilidad de adquirir los diferentes productos directamente a través de una plataforma online, sin necesidad de contar con un productor de seguros, con tan sólo un click en cualquier momento del día y del año.
Esta nueva forma de comerciar seguros online abrió para las grandes empresas una nueva posibilidad de intervención. Un nicho de mercado con un alto grado de participación a nivel internacional, donde el rubro asegurador representa un 10% del PBI, pero una baja penetración a nivel local, tan sólo un 3% del PBI, fundamentalmente debido a la escasa conciencia aseguradora con la que cuenta nuestro país, donde sus principales actores, los consumidores, ven al seguro como un gasto y no como un modo de inversión. Ello se ve reflejado si analizamos los tipos de coberturas que se contratan en Argentina, donde el gran volumen está marcado por los seguros obligatorios y seguros para bienes materiales, tales como automotores, motos, viviendas y comercios, y una escasa penetración en los seguros de salud, seguros de vida, entre otros. Si bien en nuestro país, hubo un aumento de este tipo de seguros a causa de la pandemia, su desarrollo aún es insignificante en comparación con Europa y Estados Unidos.

Un tema muy discutido -al menos en nuestro país- y que cada día cobra más relevancia, tiene que ver con la forma de comercializar seguros. La aparición de agentes institorios y de empresas cada vez más grandes interesadas en participar activamente en el mundo del seguro, ha provocado grandes cambios en la forma de vender y asesorar a los clientes. Los productores de seguros en muchos casos han visto modificada su actividad, basada en el acompañamiento al asegurado, la confianza, la cercanía, por estas inmensas empresas entre las que podemos citar principalmente a los bancos, pero también empresas de diferentes rubros que han solicitado su participación como agentes en el mundo asegurador. Firmas como Falabella, Garbarino, Mercado Libre e incluso Google han demostrado su interés por este rubro.

MERCADO LIBRE
El avance y crecimiento de los negocios digitales dio origen a empresas de gran magnitud y, sin lugar a dudas, la firma fundada por Marcos Galperín, Mercado Libre, es un ejemplo de esta revolución. La firma supera los US$ 53.653 millones de cotización en Wall Street, siendo la empresa más grande de Argentina, y expandió su negocio tanto en el segmento del comercio electrónico como en el de las finanzas digitales. Tan sólo en el segundo trimestre del año 2020 tuvo una ganancia de US$ 89,3 millones. Sin embargo, uno de sus principales servicios ya logró superarla, se trata de Mercado Pago. La plataforma de pagos digitales tiene casi 11,5 millones de usuarios y creció 95% en el segundo trimestre de 2020. La idea central de Mercado Libre, expresada por sus propios creadores, siempre fue llegar a aquellos emprendedores que quieren crecer y siempre encuentran puertas cerradas. El lanzamiento de los posnet móviles fue para muchos pequeños y medianos comerciantes una opción que antes no tenían y una gran posibilidad de ampliar su negocio.
La plataforma cuenta con una red de 1,3 millones de comercios adheridos a sus QR en el país y ahora decidió avanzar sobre el segmento asegurador, para desgracia de muchos.
A mediados del año pasado, Mercado Libre presentó ante la Superintendencia de Seguros de La Nación el pedido de autorización para inscribirse como Agente Institorio. La empresa piensa incorporar este nuevo segmento para este año 2021 y ya adelantó que tiene pensado hacer foco en cuatro grandes ejes financieros: cobros, créditos, inversión y seguros, sin interés en ampliar esos frentes sino en profundizar y mejorar cada uno de ellos.

Mediante la aplicación de Mercado Pago, el gigante tecnológico ofrecerá la posibilidad de contratar seguros. Apenas tenga el alta del Ente Regulador, comenzará ofreciendo cobertura de robo y daño a celulares de la compañía de Seguros La Caja, a través de su aplicación. El objetivo de la empresa será que los productores puedan competir en la oferta y convertir a Mercado Pago en una especie de Marketplace de seguros. Tiempo atrás, La Caja y Mercado Libre se unieron para lanzar un cotizador online que permite conocer cuánto cuesta una póliza para el auto u hogar de manera 100% digital. Con tan sólo completar los datos, los usuarios pueden conocer los precios y finalizar la operación con la contratación del servicio en la página web de la aseguradora.

GOOGLE
La cuarta compañía más grande del mundo por valor de mercado se asoció recientemente con la reaseguradora Swiss Re, con el fin de incursionar en el mundo de los seguros de salud. La aparición de Google en el mundo asegurador, implica un verdadero desafío, no sólo por su enorme poder financiero, sino aún más por su manejo del big data y de los motores de búsqueda, ámbito en la que la empresa es líder mundial.
El objetivo de ambas empresas será, en un primer momento, ofrecer coberturas de seguros de salud a las empresas de Estados Unidos, bajo la modalidad denominada «stop loss», a través de la cual las compañías aseguradas se obligan a pagar a sus empleados hasta un determinado monto en gastos médicos, superado el cual, será la compañía de seguros la que cubra el resto.
Las herramientas con las que cuenta Google le permiten ubicarse en un lugar de privilegio a la hora de la recolección de información médica de las personas, calculando de este modo el valor de cada póliza, ofreciendo un seguro más competitivo en precio, al poder establecer el índice de siniestralidad con toda la información disponible en la web.
Pero como si todo esto no alcanzara, Google adiquirió la empresa Fitbit, líder mundial en el comercio de relojes inteligentes, un accesorio que permite recolectar datos personales en tiempo real de gran utilidad para este tipo de coberturas de salud, tales como el ritmo cardíaco o la temperatura corporal. Esto permitiría que si una persona presenta un desvío estadístico negativo para su edad, podría influir en el valor de su póliza o hacer que se le soliciten, por ejemplo, estudios complementarios.