Juan Carlos Gordicz, Director de Administración y Finanzas de Orbis Seguros; Florencia Montanuy, Gerente de Administración de Orígenes Seguros; Eric Bravo, Gerente de Control Financiero de Libra Seguros; junto a Gonzalo Córdoba, Presidente, y Sebastián Guerrero, Vicepresidente de Crédito y Caución, analizan la aplicación del RECPAM en los balances y explican porqué se pasó de resultado técnico negativo a positivo. Reclamo para mejorar la determinación de reservas (como el IBNR), la composición por línea de resultados, y evitar distorsiones en el Impuesto a las Ganancias.
Escribe Lic. Aníbal Cejas

Con el ajuste por inflación aplicado en los balances de las aseguradoras al 30 de junio de 2020, el Resultado Técnico del conjunto del mercado pasó de su histórico déficit a tener superávit. Más específicamente, de una pérdida de $ 95 mil millones en junio 2019 a 12 mil millones de superávit a junio de 2020.
Ahora bien, ¿por qué el ajuste por inflación hizo posible estos cambios? ¿Ahora se refleja la realidad de las compañías mucho mejor?

Al respecto, Juan Carlos Gordicz, Director de Administración y Finanzas de Orbis Seguros, explicó: «El ajuste por inflación determina en forma más adecuada el resultado final del ejercicio al considerar activos y pasivos correctamente valuados en moneda homogénea a fecha de cierre, así como el ajuste del capital y de las reservas y del patrimonio neto inicial. Si bien ahora el resultado total del ejercicio ajustado por inflación es mucho más realista que el que surge de estados contables históricos, la composición por línea de resultados sigue siendo inadecuada.
En este sentido, se mejoró la cuantificación del costo siniestral al ajustar la reserva inicial de siniestros pendientes, pero no se eliminan los resultados financieros contenidos en los siniestros pagados. Los resultados financieros contenidos en el pago de siniestros es un claro efecto de la financiación o, lo que es lo mismo, del no pago de los siniestros.
De la misma forma, en una situación ideal, los resultados financieros deben expresarse netos de la inflación contenida. Gran parte de las inversiones financieras, tales como los plazos fijos bancarios, los fondos comunes de inversión y los fideicomisos financieros, generan rendimientos cuyas tasas nominales anuales son menores a la inflación. En otras palabras, deberían exponerse como un resultado financiero de pérdida. Lamentablemente, se los ha expresado en manera conjunta o neta, dentro de los Resultados de la Estructura Financiera, los cuales incluyen el Resultado por cambios en el poder adquisitivo de la moneda (Recpam). 
En síntesis, se expone un gran conjunto de resultados financieros, que impide discriminar los verdaderos resultados netos del componente financiero, por cada uno de los conceptos, clasificados según la naturaleza de la inversión».

Por su parte, Eric Bravo, Gerente de Control Financiero de Libra Seguros, indicó: «Para entender de qué se trata el Ajuste por Inflación de los balances debemos mencionar que la Resolución Técnica 39 de la Federación Argentina de Consejos Profesionales de Ciencias Económicas, determina que existe un contexto inflacionario que sustenta realizar el ajuste por inflación de Estados Contables siempre que se verifique alguno de los siguientes ítems:
• que la tasa acumulada de los últimos tres años según el Índice de Precios Internos al por Mayor, publicado por el INDEC, alcance o supere el 100%;
• que exista una corrección generalizada de los precios y/o de los salarios; que los fondos en moneda argentina se invierten inmediatamente para mantener su poder adquisitivo;
• que la brecha existente entre la tasa de interés por las colocaciones realizadas en moneda argentina sea muy baja en relación a la inflación y que por ello la población en general prefiera mantener su riqueza en activos no monetarios o en una moneda extranjera relativamente estable.
El Ajuste por Inflación de Estados Contables es un método que se aplica para aproximar los grandes números de los estados contables a la realidad. Este método consiste en ajustar los rubros no monetarios del Activo y Pasivo como así también ajustar el Capital Social y los resultados. Por lo expuesto, este método modifica todos los balances más allá del tipo de industria que se trate.
En cuanto a los siniestros, en lo que se refiere a su valuación, las normas dictaminadas por el Organismo de Control son muy claras ya sea para los siniestros administrativos, los cuales se deberán valuar teniendo en cuenta la mayor cantidad de elementos posibles a fin de pasivar el costo final del mismo en el ejercicio o periodo que se produjo. Para el caso de los siniestros judiciales, existe un procedimiento para efectuar una reserva de los mismos y, a su vez, se deberá aplicar la Tasa de Actualización de Pasivos, que publica la Superintendencia de Seguros de la Nación, tanto para los estados contables trimestrales como para el ejercicio anual.
Con relación a los resultados financieros, se puede decir que si bien dicho resultado es uno solo y se genera producto del rendimiento de inversiones y otras rentas, cuando se aplica el ajuste por inflación, se deberá anticuar las partidas de cada rendimiento, para determinar cuánto es el resultado real y cuánto hay de componente inflacionario. En los actuales Estados Contables las aseguradoras en su mayoría exponen el RECPAM (Resultado por Exposición a la inflación al Cambio del Poder Adquisitivo de la Moneda) dentro del Resultado Financiero en una sola línea en sus Balances».

 

De izquierda a derecha, Juan Carlos Gordicz, Director de Administración y Finanzas de Orbis Seguros; Eric Bravo, Gerente de Control Financiero de Libra Seguros; y Florencia Montanuy, Gerente de Administración de Orígenes Seguros

En tanto, Gonzalo Córdoba, Presidente de Crédito y Caución, sintetizó: «El ajuste por inflación en las aseguradoras modifica básicamente el Patrimonio Neto y los activos fijos (bienes de uso). Al incluirse dentro de los resultados financieros, impacta en ellos directamente, ajustando los resultados financieros ‘nominales’ a los resultados netos del efecto de la inflación».

A su turno, Florencia Montanuy, Gerente de Administración de Orígenes Seguros, acotó: «El ajuste por inflación contable aplicado en el balance de las Aseguradoras reduce notoriamente las utilidades del ejercicio. Es de esperar que este impacto sea superior en las compañías con mayor trayectoria, ya que éstas son las que poseen mayor cantidad de años de permanencia en el mercado y las que cuentan con Patrimonio Neto más cuantiosos; por lo que el ajuste a aplicar es muy significativo. Cabe destacar que esta reducción tuvo su mayor impacto en el balance anual presentado en junio del 2020, siendo los primeros Estados Contables ajustados por inflación.
Siguiendo esa línea, los siniestros registrados generarán una mayor pérdida en el resultado del ejercicio. En cuanto a los resultados financieros, aún no es posible evaluar el impacto del ajuste por inflación en el mercado, ya que la SSN emitió normativas que pospusieron entrada en vigor del ajuste hasta el 30/06/2021».

Gonzalo Córdoba, Presidente, y Sebastián Guerrero, Vicepresidente, de Crédito y Caución.

Cambios

¿Qué cambios tiene el balance de las aseguradoras ajustado por inflación respecto del balance histórico?

Sebastián Guerrero, Vicepresidente de Crédito y Caución, destacó: «Básicamente reexpresa el Patrimonio Neto por el índice de inflación, de modo tal que se realiza una especie de ‘capitalización de resultados’, ya que la contrapartida de esa reexpresión es el resultado nominal, disminuyéndolo».

En tanto, Bravo puntualizó: «Los principales cambios que tienen los balances de las Aseguradoras Ajustados por Inflación es que se ajustan los rubros no monetarios, del Activo, Pasivo, más el Ajuste del Capital y los Resultados, todos ellos con su respectiva anticuación de las partidas. También, la mayoría de las aseguradoras ha generado un resultado menor o mayores pérdidas respecto del balance histórico y, por otro lado, han mejorado los resultados técnicos en detrimento del resultado financiero. Este último contiene el RECPAM, en tanto como un cambio positivo es que se paga Impuesto a las Ganancias sobre resultados más reales que en los balances históricos, donde las utilidades son mayores producto de no tener expuesto el componente inflacionario».

Después, Gordicz señaló: «En el caso de los activos no monetarios, tales como los bienes de uso y los inmuebles que son utilizados tanto en el negocio como para generar renta, su ajuste para expresarlos en moneda homogénea, genera un incremento patrimonial, mejorando la valuación del patrimonio neto y del resultado del ejercicio.A su vez, si todos los pasivos estuvieran bien valuados con los criterios tradicionales, el ajuste por inflación no debería modificarlos. La única excepción está constituida por algunas reservas, tales como el IBNR, como se lo expresa más adelante. En resumidas cuentas, el cambio más importante es la determinación del resultado del ejercicio en una forma más realista, valuando también correctamente los diferentes componentes del patrimonio neto».

Cerrando la rueda, Montanuy dijo: «A nivel patrimonial, la diferencia entre el Patrimonio Neto histórico y el ajustado, está dado por el incremento de los Bienes de Uso y los Inmuebles ajustados por inflación. Es de esperar que esta diferencia en el mercado de seguros no sea significativa por el escaso peso de los bienes de uso en comparación con las empresas comerciales. Sin embargo, el mayor cambio se da en la composición del Patrimonio Neto que varía sustancialmente por la incorporación de la línea de Ajuste de Capital (que incrementa el patrimonio neto), teniendo como contrapartida una pérdida en los resultados de ejercicios anteriores. Se podrá observar en los balances anuales presentados a junio 2020, pérdidas importantes en la línea de resultados de ejercicios anteriores, que serán absorbidas durante este ejercicio por reservas acumuladas (Legal y Facultativa), como incluso también por la propia línea de Ajuste de capital. Aquellas compañías que obtuvieron mejores resultados en el ejercicio 2019-2020 podrán quedar mejor posicionadas para afrontar estos ajustes».

Realidad y ficción

¿Por qué los balances ajustados por inflación reflejan más exactamente la realidad de las compañías que en el tipo de balance histórico que se presentaba antes?

Según Córdoba, «al estar inmersos en una economía inflacionaria, el hecho de mantener a valores nominales el Balance suele generar resultados que están distorsionados y se terminan expresando grandes utilidades que en gran medida fueron originadas como consecuencia del incremento en los precios, y no de forma real. Al realizar el ajuste por inflación, lo que se genera en realidad es una ‘Capitalización de Resultados’, que busca una preservación del Capital a lo largo del tiempo y limita la distribución de dividendos».

A esto, Guerrero agregó: «Es importante destacar que esta situación no está exactamente reflejada a nivel impositivo, ya que si bien existe un mecanismo para que el efecto de la inflación implique una determinación del impuesto a las Ganancias sobre una utilidad más ‘real’, el mismo genera un crédito que uno puede ir absorbiendo a la largo de varios periodos fiscales, y el efecto termina diluido o distorsionado».

Por su parte, Bravo resumió: «Si bien el balance ajustado por inflación se acerca más a la realidad que los balance históricos, no podemos afirmar que es exactamente la realidad de las compañías, como así tampoco lo hace el balance histórico en épocas inflacionarias».

Luego Gordicz manifestó: «Indudablemente, los balances ajustados por inflación expresan mejor la realidad de las compañías en cuanto a la determinación del resultado neto del ejercicio y el total de su patrimonio, como ya se mencionó. Esto se debe a que para determinar el resultado del ejercicio se compara el total del patrimonio neto del ejercicio anterior, debidamente re expresado, con el patrimonio neto del ejercicio en curso, correctamente valuado con la re expresión de los activos no monetarios. 
La diferencia entre ambos es el resultado del ejercicio, si no hubiesen existido aportes de capital o distribución de resultados no asignados.
Subyace como pendiente mejorar la determinación de ciertas reservas, tales como el IBNR, en la cual es elemental eliminar el real componente financiero, implícito o explícito, para su correcta determinación, además de ajustar a todas sus partidas para expresarlas en una moneda de un mismo valor adquisitivo».

En sintonía, Montanuy concluyó: «El ajuste por inflación expresa un resultado del ejercicio a moneda homogénea, el cual es nominalmente diferente a un resultado histórico, y podemos entender que esa característica otorga un mejor análisis de la situación económica de una empresa. Sin embargo, es importante aclarar que los balances de las Aseguradoras, se ven tanto afectados por el ajuste por inflación contable como por el ajuste por inflación impositivo, representando este último un ajuste asimétrico, ya que la normativa vigente no permite la actualización de los quebrantos impositivos, lo cual evitaría inequidades y distorsiones en la determinación del Impuesto a las Ganancias. Los quebrantos impositivos suelen ser voluminosos en las compañías aseguradoras, en especial en aquellas del ramo de Retiro o de Vida con Ahorro, debido al tipo de inversiones que deben efectuar para responder a sus compromisos técnicos».

Inversiones

El total de inversiones del mercado asegurador al 30 de junio de 2020 alcanzó la cifra de $ 1.013.933 millones (nos referimos al balance Trimestral al 30 de junio de 2020, periodo 1° de Julio de 2019 al 30 de junio de 2020).
El 99,5% está colocado en la Argentina ($ 1.008.394 millones). Y de ese volumen el 37% son Títulos Públicos: $ 371.165 millones; el 34% son FCI: $ 339.666 millones; el 12% ON: $ 117.943 millones, y 7% en Acciones, $ 70.570 millones.