La Cámara de Diputados convirtió en ley la ratificación del Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre la eliminación de la violencia y el acoso en el mundo del trabajo.
La violencia y el acoso en el mundo del trabajo es un problema que afecta al mundo, a las distintas ocupaciones y modalidades de trabajo que resulta incompatible con el trabajo decente y seguro. Los cambios en la organización del trabajo y la evolución tecnológica, no eliminaron violencia y el acoso laboral.
El Convenio 190 fue aprobado en la Conferencia Internacional del Trabajo de Ginebra en junio de 2019 por representantes de gobiernos, sindicatos y empresas de los 187 países miembros. El presidente, Alberto Fernández, en la apertura de sesiones del Congreso el 1 de marzo pasado, se había comprometido a la aprobación del instrumento.
Con la aprobación de la cámara baja por unanimidad , Argentina se convirtió en el tercer país del mundo en adherir a la misma, siguiendo los pasos de Uruguay y Fiji.
El convenio, que entrará en vigor en junio de 2021, considera a la violencia y el acoso en el mundo del trabajo como una “violación o abuso de los derechos humanos”. La norma contempla que el trabajo no siempre se realiza en un lugar físico específico, por lo que sus disposiciones abarcan las comunicaciones profesionales, las que tienen lugar mediante tecnologías de la información y la comunicación.
Además, define como “violencia y acoso” en el mundo del trabajo a “un conjunto de comportamientos y prácticas inaceptables, o de amenazas de tales comportamientos y prácticas, ya sea que se manifiesten una sola vez o de manera repetida, que tengan por objeto, que causen o sean susceptibles de causar, un daño físico, psicológico, sexual o económico, e incluye la violencia y el acoso por razón de género”.