Cuando el 19 de Marzo de 2020, se decretó en nuestro país por primera vez en la historia el aislamiento preventivo social y obligatorio, repentinamente «el mundo se nos cayó  encima». A partir de ese momento y hasta el día de hoy, no solo se experimentan a nivel global las consecuencias de este nuevo virus en la salud de las personas, con los consecuentes fallecimientos, sino también el impacto catastrófico y sin precedentes que deja a su paso desde el punto de vista social y económico. En momentos como estos es cuando el seguro emerge como herramienta esencial para paliar las consecuencias de esta gran catástrofe. Presentamos un panorama de las diversas coberturas y servicios que la industria aseguradora local está brindando como respuesta a esta pandemia.

 

Escribe Dra. Gabriela Álvarez

 

Antes de Covid-19

Días de calor, actividades de esparcimiento y deportivas al aire libre, juntadas con amigos y familias, festejos de todo tipo, asados y diversión en piletas, viajes de vacaciones… Así estábamos a principios de Marzo cuando en nuestro país comenzó a hablarse de lo que estaba ocurriendo en otros países de Europa, con un virus desconocido hasta el momento, al cual -para ser sinceros- le prestábamos poca atención, «total, ocurría en un lugar bastante lejano». Poco sabíamos de ese virus, ni de cómo se había generado. Si bien había varias versiones, no era una noticia que nos generara demasiado interés, todos continuábamos atentos a disfrutar los últimos días que nos restaban del verano.

 

Aislamiento preventivo, social y obligatorio

Pero de pronto, todo comenzó a cambiar. Sin darnos cuenta y en forma totalmente sorpresiva, los rumores acerca de este virus comenzaron a hacerse más fuertes, los programas de noticias le dedicaban largas horas de explicación a lo que estaba sucediendo, las noticias y el nombre Coronavirus se hizo más frecuente y, de golpe, un 19 de Marzo de 2020, en nuestro país se decretó por primera vez en la historia, el aislamiento preventivo social y obligatorio, y repentinamente «el mundo se nos cayó encima».
A partir de ese momento, y aún hasta el día de hoy, se experimentó a nivel global una preocupación generalizada no solo por los efectos de este nuevo virus en la salud de las personas, con los consecuentes fallecimientos alrededor del mundo, sino también por las consecuencias catastróficas y sin precedentes que deja a su paso por los países que atraviesa, tanto desde el punto de vista social o psicológico, como también -y no menos importante- sobre el aspecto económico.
Es que la llegada del Coronavirus al mundo, dio vuelta absolutamente las prioridades en todos los niveles de la sociedad, donde por primera vez un acontecimiento afecta de igual manera a todos los escalones sociales, pobres, ricos, clase media, niños, jóvenes, adultos, trabajadores, no asalariados, absolutamente todos se ven afectados de una u otra manera, algunos en mejores condiciones y otros sobreviviendo como pueden.
En nuestro país, en particular, el aislamiento preventivo y obligatorio, que nos obliga a permanecer en nuestros hogares, que nos prohíbe circular de un lado a otro sin contar con un permiso que así lo habilite, ha endurecido mucho más los problemas que los argentinos ya veníamos atravesando por años. Gente sin empleo, locales sin poder abrir sus puertas, pymes que debieron cerrar definitivamente por no poder afrontar sus gastos cotidianos, empresas de gran envergadura con miles de sueldos por pagar y ventas en un nivel inexistente al tener que mantener cerrados sus locales, fábricas sin poder producir, todo lo relacionado con el turismo a nivel mundial absolutamente quebrado, hoteles convertidos en hospedaje de personas con Covid 19 positivo, ¿Quién imaginaba una situación así para el 2020? Absolutamente nadie.

 

 

Impacto de la Pandemia

Todos estos acontecimientos, impactaron de lleno en la vida de las empresas, cualquiera fuere su tamaño, y en la vida personal de cada habitante del país. La modalidad de trabajo home working se transformó en la salvación para muchas compañías que tuvieron la suerte de poder seguir funcionando, lo que implicó el uso de la tecnología como requerimiento esencial para poder trabajar, donde celulares, notebooks, apps de video llamadas, protocolos de trabajo, se transformaron en la nueva cotidianeidad de las familias. La suspensión de las clases, obligó a los padres de familia a destinar recursos tecnológicos para que sus hijos pudieran seguir tomando las clases, copiando sus tareas, asistiendo a clases virtualmente.
La necesidad de no concurrir a centros asistenciales a menos que fuese estrictamente necesario, con el fin de evitar los contagios, motivó una nueva forma de trabajo para los profesionales de la salud, en muchos casos a través de video llamadas para asistir a sus pacientes. Los médicos y ahora llamados «esenciales», entendiendo como tales a enfermeros, choferes de transporte, profesionales de la salud, recolectores de basura, personal de limpieza, cobraron gran importancia en estos días y se les otorgaron grandes beneficios como respuesta a las labores que vienen realizando, dedicando su vida y exponiendo a su propia familia al contagio en aras de salvar gente.
Las actividades deportivas pasaron de ser realizadas al aire libre, a hacerse en soledad, en el interior de las viviendas y a lo sumo ayudados por videos que funcionan como asistentes a la hora de practicar ejercicios.
Los vehículos familiares, antes indispensables, pasaron a estar largos días estacionados en casas y garajes sin necesidad de ser utilizados.
Las medidas de prevención se transformaron en la única forma de estar a salvo, lavarse las manos, usar tapaboca o barbijo, desinfectar todo con alcohol o lavandina, fueron las medidas principales para atravesar esta pandemia.

Y así como todos los sectores debieron hacer frente a esta nueva realidad, el mercado asegurador debió prepararse también para atravesar esta nueva etapa, funcionando, brindando su aporte social a todos sus clientes, pero en otra modalidad. A la gran mayoría de las compañías les costó poco adaptarse a la modalidad de trabajo home working, ya que fue la única forma de poder seguir desarrollando la actividad. La atención al público en su totalidad fue reemplazada por las redes sociales, las apps y plataformas, los teléfonos y las video llamadas.
En momentos como estos es cuando el seguro emerge como herramienta esencial para, en muchos casos, paliar las consecuencias de estas grandes catástrofes.

 

 

El Seguro y su rol social frente a la Pandemia

El cambio de prioridades paso a ser vital, de la importancia de los seguros patrimoniales a la indispensable necesidad de los seguros de personas.
Los seguros de vida y la necesidad de brindar un apoyo financiero a la familia en caso de ocurrencia de un evento inesperado, cobraron vital importancia en esta época, cubriendo el fallecimiento del titular por cualquier causa, incluso pandemia, brindando un alivio económico a las familias que debieron atravesar el dolor de la muerte de su familiar. Si bien en un principio se dudaba de su cobertura, lo cierto es que el fallecimiento por esta causa no forma parte de las exclusiones de la mayoría de las pólizas y, por ende, debe estar cubierto. También colaboró a esa situación el hecho de que la Organización Mundial de la Salud declarara al Coronavirus como Pandemia.
Asimismo, en el caso de los Seguros de Vida y Retiro enfocados en el ahorro, muchos monotributistas y autónomos han procedido a realizar rescates de dinero. Si bien las pólizas por lo general estipulan una quita por el retiro del dinero antes de cumplidos los diez años, quita que se achica a medida que se acerca el cumplimiento del plazo, muchas compañías del mercado han optado por no realizar esa quita, en pos de la situación que estamos atravesando.
Muchas coberturas debieron ir mutando de acuerdo a la situación actual, extendiéndose a cubrir eventos que en un principio no cubrían. Ejemplo de ello fue el discutido caso de las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo, en el cual el Coronavirus no estaba estipulado como una enfermedad laboral y, consecuentemente con ello, no formaba parte de la prima que abonaba el asegurado, pero sin embargo debieron salir a ampararlo ante el reclamo social de las empresas, por no dejar sin cobertura a los diferentes trabajadores de cada área cuyo contagio se produjo presumiblemente en ocasión del trabajo.
Los seguros de vivienda y equipos electrónicos también cobraron gran relevancia, el primero por pasar a ser la casa la escenografía diaria durante meses, y el segundo por resultar herramientas esenciales para el trabajo y los estudios.
En el caso de los seguros de autos fue un capítulo aparte. Al contrario de lo que ocurrió con otras coberturas como las mencionadas, muchos asegurados solicitaron a las compañías la baja de su cobertura por una menor o incluso la baja total del seguro, en primer lugar por el no uso del vehículo y en otros muchos casos por la imposibilidad de abonarlo ante la creciente crisis económica que atraviesa el país. Todo ello provocó la reacción de las aseguradoras, las cuales con el fin de no perder clientes, auspiciaron un descuento de hasta el 40% en la prima del seguro. Asimismo, muchas compañías aprovecharon esta oportunidad para sacar al mercado los famosos seguros on demand, los cuales se abonan en base al uso que cada persona le da al vehículo. No obstante ello, cuando la situación tienda a normalizarse, el aumento en el seguro será inevitable, no sólo por la inflación existente, sino también por el gran aumento que ha sufrido el dólar, lo que termina impactando de lleno en el aumento del costo de los repuestos de los vehículos.
Muchas compañías de seguros han optado por ampliar un servicio relativamente nuevo a sus asegurados, como forma de solidaridad en tiempos de pandemia. Ese servicio, es el denominado consultorio médico virtual, aunque cada aseguradora le otorga un nombre diferente. Este nuevo servicio, que las compañías ya venían ofreciendo para algunos de sus productos y que a raíz de la pandemia muchas han extendido gratuitamente a todos sus productos, brinda la posibilidad de recibir atención médica calificada y gratuita los 365 días del año las 24 horas, a través de una video llamada. El servicio se brinda de manera muy sencilla, basta con la conexión de un dispositivo a internet, ingresar dentro de la página de la aseguradora, y elegir la especialidad por la cual necesita ser atendido. Allí deberá cargar sus antecedentes médicos y, terminada la consulta virtual, el profesional le hará llegar vía mail la indicación médica junto con la receta electrónica en caso de ser necesario. De esta forma, es posible obtener un diagnóstico médico sin moverse de su casa, y evitando de esta forma cualquier posible contagio.
Un título aparte merece el caso de las Pymes, a mi entender, el rubro más afectado por el Covid 19, al menos en lo que hace al ámbito del AMBA. La mayoría de las actividades se encuentran aún hoy, a casi 70 días de la declaración de aislamiento obligatorio, sin poder funcionar, incluso muchas pudieron abrir en los últimos días, pero debido al gran aumento de los casos de contagio, en las principales avenidas de la Ciudad de Buenos Aires han debido cerrar nuevamente. Para muchas pymes, la llegada de esta pandemia implicó trabajar desde casa, adecuar su modelo de negocio a un modelo basado en plataformas y ventas on line. Para muchos significó adecuarse a los nuevos protocolos de seguridad, incluyendo en sus locales mamparas, el uso del barbijo, la limitación de gente en el interior del local, pero para muchos otros, la llegada de esta pandemia significó el cierre definitivo, tal es el caso del rubro gastronómico, gimnasios, todo lo relativo al turismo, entre otras. Muchos de estos locales cerraron sus puertas el día 19 de Marzo de 2020, para ya nunca volver a abrir. La imposibilidad de funcionar, hizo en muchos casos imposible el mantenimiento del negocio y sus gastos que día a día se siguen sumando. La incertidumbre de cuándo volverán no parece resolverse en un corto lapso de tiempo y aun cuando vuelvan, deberán adecuar mucho más sus instalaciones para poder funcionar, lo cual implica un enorme gasto imposible de llevar adelante con la situación que atraviesan. Todo ello implica también para las aseguradoras una merma importante en este tipo de seguros, pues cada negocio cerrado es un cliente que anula su póliza. Sin embargo, muchas empresas de seguros han optado por acompañar a sus clientes en estos difíciles momentos, realizando bonificaciones de hasta un 50% en la cobertura de integral de comercio, como un medio de mantener al cliente.
Los profesionales de la salud, también llamados actualmente primera línea, por estar en contacto directo y casi permanente con el virus en la atención de los pacientes, fueron objeto de diversos productos que las aseguradoras ofrecen en el mercado. Se trata básicamente de seguros de vida que cubren no sólo el fallecimiento del asegurado, sino también en muchos casos una renta por internación, para aquellos casos de Covid 19 positivo.

 

 

Interrogantes

Dicen por ahí que toda crisis representa también una oportunidad, y este es un momento para repensar el modelo de negocio, no sólo por todos los cambios que viene enfrentando la sociedad en los últimos tiempos, sino también por lo que será la vida post Covid 19, lo que llamamos «la nueva normalidad».
¿Seguirán los asegurados o clientes requiriendo los mismos productos? Todos los adelantos tecnológicos que las compañías realizaron en los últimos días para llegar a sus clientes y adecuarse a la nueva situación, ¿habrán llegado para quedarse? ¿Será el home office y la venta on line una nueva forma de trabajo que quedará instalada en nuestra sociedad aún después de la pandemia? Numerosos son los interrogantes que deberemos responder a lo largo de la llamada cuarentena más larga del mundo, mientras tanto aprovechemos para quedarnos en casa y disfrutar de lo más importante que tenemos, la familia.