Disertaciones de Francisco Astelarra, Leandro Cuccioli y Juan Pazo

Los Aseguradores enfrentan el desafío de la modernización de la actividad

 

Una nueva celebración del Día del Seguro tuvo lugar el pasado 24 de Octubre. El Superintendente de Seguros de la Nación, Juan Pazo, y el Secretario de Servicios Financieros, Leandro Cuccioli, pusieron énfasis en que su objetivo es duplicar el volumen del mercado. En la ocasión, el Presidente de la Asociación Argentina de Compañías de Seguros, Francisco Astelarra, se despidió de su cargo pues comienza una nueva etapa de su vida personal y profesional en Santiago de Chile.

Escribe Aníbal Cejas

Celebración del Día del Seguro

Ante una nutrida concurrencia, el Comité Asegurador Argentino organizó una nueva celebración por el Día del Seguro, en el Hotel Alvear, en la Ciudad de Buenos Aires.

Encabezaron el acto Carlos Lo Turco, Secretario Legal y Administrativo, y Leandro Cuccioli, Secretario de Servicios Financieros, ambos del Ministerio de Finanzas de la Nación; Juan Pazo, Superintendente de Seguros de la Nación (SSN); Gustavo Moron, Superintendente de Riesgos del Trabajo (SRT); Francisco Astelarra, Presidente de la Asociación Argentina de Compañías de Seguros (AACS); Mara Bettiol, Presidente de la Unión de Aseguradores de Riesgos del Trabajo (UART); Alejandro Simon, Presidente de Aseguradores del Interior de la República Argentina (ADIRA); Alfredo González Moledo, Presidente de la Asociación Argentina de Cooperativas y Mutuales de Seguros (AACMS); Aldo Álvarez, Presidente de Asociación de Aseguradores Argentinos (ADEAA); y Mauricio Zanatta, Presidente de la Asociación Civil de Aseguradores de Vida y Retiro de la República Argentina (AVIRA).

Comité Asegurador Argentino

En primer término, Francisco Astelarra puntualizó: «Una vez más nos encontramos para festejar el día del seguro. Este año tenemos un festejo adicional: el 80° aniversario de la SSN. No caben dudas que nuestra actividad necesita estar regulada no sólo en nuestro país sino en todo el mundo. Nuestras felicitaciones a todos los que han integrado la SSN en el pasado y el presente cumpliendo sus funciones».

Luego, expresó: «el mundo se enfrenta a una revolución tecnológica que, lejos de ser un hecho aislado, ya es una tendencia de largo plazo. Esta revolución está cambiando la forma en la cual las personas se relacionan con las aseguradoras en todas las etapas del negocio. Esta realidad nos genera un enorme desafío: la modernización de todos los actores de nuestra actividad.

Nuestro sector y la SSN, como su órgano de control, ya han iniciado este proceso de modernización, el que redundará en una mejor utilización de los recursos para el crecimiento, la mejora del servicio y la fiscalización. En este campo, debemos destacar el muy buen diálogo que tenemos con el señor Superintendente, los gerentes y personal del Organismo de Control, como así también con los funcionarios de la Secretaría de Modernización.

Este proceso de modernización debería darse en dos ámbitos: el de la relación de las aseguradoras, PAS y otros actores con la SSN, proceso ya iniciado; y en el ámbito interno de los actores mencionados, especialmente las aseguradoras. Es por ello de vital importancia que la regulación acompañe la incorporación de la nueva tecnología, que derive en nuevos procesos de gestión y que, a la par de mejorar los servicios al asegurado, a los PAS y otros actores, permita la reducción de costos.

La regulación deberá contemplar un desarrollo continuo, evitando volver al pasado y considerar muy especialmente que cada norma haya sido evaluada en función de los costos y beneficios que la misma tiene para las aseguradoras, el asegurado y el propio Organismo. Por otra parte, sin desconocer la facultad legal del Organismo de Control de dictar las normas para el mercado, es importante tener presente que la mejor norma es la que surge luego de un proceso de diálogo como el que tenemos actualmente.

Por otra parte, el proceso de modernización debería ayudar a incluir a los sectores de bajos ingresos, dándoles protección y aliviando situaciones de vulnerabilidad. La incorporación de nuevas tecnologías en la venta, cobranza de primas y pagos de siniestros, permitirá bajar costos, tornando accesibles los seguros a este segmento de la población».

En otro momento de su exposición, Astelarra planteó otros temas de interés para los aseguradores: «Una vez más, no podemos dejar de mencionar la elevada presión impositiva que afecta al sector como consecuencia de los impuestos nacionales, provinciales y municipales. Continuamos pagando el IVA sobre la prima emitida en lugar de la prima cobrada. Esta presión encarece el precio, afectando la demanda de seguros. Seguimos solicitando se apruebe el balance ajustado por inflación.

La litigiosidad es uno de los grandes problemas que inciden en la actividad aseguradora, ya sea en las coberturas de responsabilidad civil como en la de riesgos de trabajo, afectando significativamente la productividad de la economía. Así lo ven los empresarios, cualquiera sea el tamaño de la estructura que manejen, muchos de los sindicatos, el propio gobierno y buena parte de la oposición. Este consenso tripartito y político sobre la problemática, más los buenos indicadores de gestión del Sistema de Riesgos del Trabajo en materia de prevención de accidentes y otorgamiento de cobertura, permitió que, en febrero de este año, se acordara una ley complementaria a la Ley sobre Riesgos del Trabajo con el objetivo de bajar el número de demandas por esta causa. Para dar una idea de la dimensión del problema, sólo en 2016 se alcanzó la disparatada e inmanejable cifra de 127 mil nuevos juicios.

Pareciera que comienzan a observarse los primeros ‘brotes verdes’ cuantitativos y cualitativos. La nueva Ley en funcionamiento de inmediato en la Ciudad de Buenos Aires, muestra los primeros indicios positivos en términos de disminución del número de demandas con una caída anual a septiembre de 2017 del 44% y en el total del país, del 16%. También en materia de sentencias comienzan a verse algunos ‘brotes verdes’ que alientan a seguir trabajando en pos de la Reforma. Recientemente hubo importantes novedades jurisprudenciales provenientes de la Corte Suprema de Justicia de la Nación dando seguridad jurídica y certidumbre al Sistema, al fallar a favor de la utilización obligatoria de las fórmulas indemnizatorias de la Ley y revocando casos de arbitrariedad de algunas sentencias. También la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo se expidió sobre la obligatoriedad de utilizar el Baremo.

El nuevo procedimiento previsto por la Ley, para ser aplicable, requiere la adhesión de las provincias a la Ley Nacional, excepto en CABA que su aplicación fue automática. Este trámite fue realizado por Córdoba y está a medio camino en la provincia de Buenos Aires. Provincia en la que los juicios crecieron en el último año un 53%. Es costosa esta demora de la Provincia de Buenos Aires. Sabemos que es prioridad de este Gobierno el tratamiento de esta cuestión.

La litigiosidad en riesgos del trabajo es alta, pero somos muchos los actores que estamos trabajando para que baje y se han comenzado a vislumbrar los primeros resultados. Es necesario seguir afianzando la Reforma en otras provincias y en la Justicia, de manera tal que el Sistema de Riesgos del Trabajo vuelva a ingresar en el círculo virtuoso en el que menos accidentes, menos juicios y una buena atención de las contingencias se traduzcan en costos ciertos y predecibles que favorezcan la generación de empleo, especialmente el registrado.

El sector de seguros de personas siguió creciendo según la tendencia de los últimos años, registrándose un aumento del 23% en el último ejercicio. El 91% sigue correspondiendo a seguros de Vida en sus diferentes modalidades, con un peso mucho mayor en los seguros colectivos. El 9% restante corresponde a los seguros de Retiro que, si bien es una porción menor, concentra expectativas de un importante desarrollo a mediano plazo. Especialmente si la economía mantiene y aumenta el crecimiento de estos últimos meses, se logra estabilizar la inflación y se actualizan los incentivos fiscales.

Este último no es un tema menor para la industria de seguros de Vida y Retiro. Sabemos que las autoridades así lo entienden y están aguardando el momento oportuno para actualizar los valores congelados en 1992, a cifras significativas para 2017 que, por cierto, esperamos que sea en breve.

Entendemos que las compañías de seguros en general, pero muy en particular las de Vida y Retiro, estamos destinadas a desempeñar un rol relevante en el mercado de capitales en nuestro país, tal cual como ocurre en la mayoría de los países desarrollados. Acumulamos fondos a largo plazo y necesitamos prestarlos a períodos equivalentes. Hoy nuestra cartera supera los 84 mil millones de pesos. Podemos financiar inversiones productivas y en infraestructura. Incluso necesitamos una variedad mayor de activos para distribuir nuestras carteras.

No hay país que crezca, sostenidamente, sin ahorro interno. Los seguros de Vida y Retiro son un vehículo ideal para generarlo. Nuestros productos pueden convertirse en el tercer pilar voluntario de la seguridad social, consolidándose en ahorros voluntarios y como complemento del sistema previsional. Estamos trabajando en su desarrollo conjuntamente con la Superintendencia.

Debemos entender que enfrentamos un mundo diferente. Baja natalidad, sobrevida prolongada y menos activos por cada pasivo. Un claro escenario de envejecimiento poblacional. Esto nos exige encarar el desafío del financiamiento de este cambio demográfico. Somos los actores principales, los especialistas en este tema y queremos ser consultados al respecto».

Para concluir, dijo: «Estamos comprometidos en la generación de conciencia aseguradora en la población a través de una importante presencia mediática, y de métodos alternativos y no convencionales para tratar de llegar a públicos amplios. Estamos firmemente convencidos de que cuando la gente entiende el beneficio de tener una cobertura de Vida o de Retiro, ya no hay vuelta atrás. Fidelizamos su decisión y le ayudamos a estar preparado ante lo impredecible. El futuro se comienza a construir hoy.

Y queremos expresar que en estos tiempos de cambios vemos el futuro de nuestro sector con mucho optimismo. Somos conscientes de que nuestras posibilidades de crecimiento y desarrollo dependen del compromiso de todos sus actores. Confiamos en continuar dialogando entre todos y en equipo con el sector público para el bienestar de todos los argentinos».

Por último, Astelarra se despidió de los presentes y ratificó que deja la Presidencia de la AACS, que ejerció durante 15 años (el nuevo Presidente es Roberto Sollito), para radicarse en Santiago de Chile: «Agradezco a todas las aseguradoras afiliadas a la Asociación, a todos los miembros de la Junta Ejecutiva, que me acompañaron a lo largo de estos últimos 15 años de gestión.

Extiendo mi agradecimiento a las cámaras miembro del Comité Asegurador Argentino, y a la Asociación Argentina de Cooperativas y Mutuales de Seguros, que también colaboraron para engrandecer esta actividad.

También agradezco a la Federación de Asociaciones de Productores Asesores de Seguros de la República Argentina y a las APAS que la integran, por su cordialidad, por su acompañamiento y engrandecimiento de nuestra actividad, y las autoridades pasadas y presentes de la Superintendencia de Seguros de la Nación, por la oportunidad que siempre nos dieron de dialogar y, aun con posiciones distintas, poder llegar a buen destino.

Asimismo, quiero expresar mi especial agradecimiento al personal de la Asociación y al Sr. Roberto Sollito.

Afortunadamente no me voy al otro lado del mundo, sino a dos horas de vuelo de Buenos Aires. Con esto no pretendo decir adiós sino, tan solo, hasta luego, nos seguiremos viendo».

Palabras del Superintendente

A continuación, Juan Pazo puso de relieve el honor y la responsabilidad que conlleva para él ejercer su cargo en coincidencia con el 80 Aniversario de la creación de la Superintendencia de Seguros de la Nación.

Por otra parte, destacó: «Este sector tiene muchísima gente muy apasionada y con mucho conocimiento, trabajando en él. Y con muchas ganas de crecer. Nosotros somos un equipo nuevo al frente de la SSN pero conformado por profesionales con mucha experiencia en el mercado, y con una enorme voluntad de trabajo, buena fe, transparencia y honestidad. Son valores muy importantes.

Estoy convencido que el mercado asegurador argentino tiene una capacidad de crecimiento muy importante. Pero para crecer, tenemos que volver al mundo. Tenemos que adaptarnos a prácticas internacionales. La adopción de esas prácticas van a generar confianza. Esto lo tenemos que hacer entre todos: el regulador, las Compañías y los Productores Asesores de Seguros. Antes, estuvimos faltos de confianza. El mundo nos miraba de manera distinta, en términos regulatorios, que a otros países de la región.

¿Qué estamos haciendo para alcanzar ese objetivo? Empezamos por reinsertarnos en el mundo. Estamos volviendo a los organismos internacionales. Estamos formando parte del Comité de Seguros y Pensiones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Estamos siendo miembros plenos en la International Association of Insurance Supervisors (IAIS) y vamos a formar parte (por primera vez) del Comité de Implementación de dicho organismo. Esto nos trae un montón de desafíos, a nosotros como reguladores y a ustedes como aseguradores. Este es un camino que no tiene retorno. Una vez que lo iniciemos, las mejores prácticas llegarán para quedarse. Y ellas nos obligarán a nosotros, como la administración actual, y también a las administraciones que venideras».

Más adelante, manifestó: «Nuestro plan de modernización es una parte importante de nuestro trabajo. Quiero agradecer a las aseguradoras por la ayuda enorme que nos han brindado para este proceso, que se inició poniendo en práctica los primeros pilotos junto con el Ministerio de Modernización. ¿Para qué sirve esta modernización? Para tener más transparencia, trazabilidad, control sobre la solvencia y sobre el efectivo servicio que prestan las aseguradoras.

El mercado asegurador argentino está teniendo cambios importantes, como una nueva forma de operar. Desde la SSN no queremos ser una traba burocrática para el crecimiento del mercado. Nuestra reciente norma de pautas mínimas va en ese sentido, que ustedes tengan la capacidad de crear productos nuevos para los asegurados.

A su vez, somos proactivos. Estamos pensando en incentivos para que se generen nuevos productos para proteger el ahorro y la familia. El Seguro de Vida y el Seguro de Retiro tiene una potencialidad de crecimiento enorme.

Argentina está cambiando. Estamos apostando al ahorro interno, y generar -desde la SSN- un vehículo para canalizar ese ahorro. Ahorro que, a su vez, se debe traducir en un crecimiento del mercado de capitales y en inversión productiva que genere trabajo y combata la pobreza».

Para finalizar, precisó: «A 80 años de la creación de la SSN, quiero saludar a todos aquellos que trabajan en el mercado. Hoy por la mañana tuvimos una misa de celebración en la cual la Iglesia estuvo llena, y fue un muy buen momento para encontrarnos todos.

Quiero agradecer el apoyo de las cámaras, con quienes mantenemos un diálogo honesto y franco, en el que siempre se respeta la opinión de cada uno. Este diálogo continuará, ya que es la mejor manera de generar una norma entendida, respetada y acatada por todos.

Los invito a seguir apoyando e invirtiendo en la actividad aseguradora, que tiene un potencial de crecimiento como pocas industrias tienen. Estamos para darles una mano en ese sentido.

Y quiero agradecer a ‘Pancho’ Astelarra. Desde el día 1 fue para mí un hombre de consulta y siempre mantuvimos un diálogo franco y abierto. Fue un gran apoyo. Lo vamos a extrañar».

Duplicar el sistema financiero

Después, fue el turno de Leandro Cuccioli, quien aseveró: «Quiero hablar de uno de nuestros desafíos de los próximos años: la productividad. Cuando miramos los países del mundo y de la región (como Chile, por ejemplo), observamos que crecieron en forma sostenida porque tuvieron un aumento constante de la productividad. Eso es lo que hace que la gente pueda ganar mejores salarios, pueda consumir más, ahorrar. Para hacer esto, no queda otra alternativa más que invertir. Argentina invierte el 15% de su PBI. China invierte el 50%. Otros países que crecen en forma sostenida invierten 20% del PBI. Así, queda claro que tenemos el desafío de incrementar la inversión. El legado de la década pasada, en cuanto a inversión, es una economía descapitalizada. Esto se ve en la falta de aeropuertos y de rutas, por ejemplo. Y también se ve en las industrias. Vemos muchas industrias que han quedado rezagadas a un tamaño menor al que deberían. La industria del seguro es un ejemplo paradigmático. En los países con crecimiento constante, la industria aseguradora es clave para unir proyectos y ahorro. Son un canal para volcar el dinero que reciben (por la compra de seguros) al mercado. Del otro lado de esas primas hay proyectos que generan empleo. Es una relación simbiótica. Por eso hay que entender la importancia del sistema financiero.

El Ministro de Finanzas, Luis Caputo, sostiene que el talón de Aquiles de la Argentina en los últimos años ha sido la falta de financiamiento interno. El financiamiento externo, a veces está disponible, y otras no tanto. Pero los países con crecimiento sostenido tienen un mercado en el que la gente ahorra y financia proyectos locales. Pero cuando analizamos los incentivos que han tenido los argentinos para hacerlo, llegamos a la conclusión que no han sido los correctos. Si ni siquiera se sabía cuál era la inflación, el concepto de ahorro y del valor de la moneda se distorsionó muchísimo.

Pero también hay que saber que los $ 996 de deducción impositiva en Seguros de Vida y los $ 0 en Seguros de Retiro no resultan atractivos para ahorrar mediante estos productos.

En la Ley de Mercado de Capitales, que ahora -después de las elecciones del Domingo pasado- impulsaremos con nuevos bríos, proponemos que el Poder Ejecutivo tenga la posibilidad de modificar estos valores. Esto es muy importante.

Pero también se abren industrias nuevas. Por ejemplo, ha crecido mucho la demanda de créditos hipotecarios. Ahora es necesario fondear dichos créditos. Pero nos encontramos con que las aseguradoras no pueden emitir pólizas atadas al CER, ni asegurar riesgos financieros puros. Por lo tanto, aquí no existen productos que tienen amplio desarrollo en otros países del mundo, como  la póliza ‘First Loss’. Todo esto tiene que cambiar. Son las modificaciones que vamos a impulsar en la Ley de Mercado de Capitales.

Porque si nosotros no logramos duplicar el sistema financiero y el mercado de capitales en los próximos cuatro años, no podremos lograr ese crecimiento sostenido con aumento de productividad invirtiendo 20% del PBI del que hablé.

Lo bueno es que esto es un diagnóstico compartido. La industria y el sector público comparten la visión sobre dónde estamos parados. Ahora nos queda trabajar juntos.

El Presidente Macri es Ingeniero y nos invita a recorrer ese puente imaginario entre la Argentina que somos y la que querríamos ser. Creo que el Domingo pasado, los argentinos comenzamos a pensar que podemos recorrer ese puente. No tengas dudas que para nosotros, desde el Ministerio de Finanzas y desde el Poder Ejecutivo, la industria aseguradora es una central de ese recorrido. Porque sin una industria aseguradora fuerte no lograremos bajar los costos de capital, que hacen a que seamos más productivos. Con lo cual, les digo, Feliz Día y ¡para adelante!»

Acto seguido, los presentes elevaron sus copas en un brindis por el futuro del sector.