Entrevista al Superintendente de Seguros de la Nación, Juan Pazo
La SSN va hacia el cumplimiento de estándares internacionales para aplicarlos a su actual gestión
Juan Pazo considera que los controles son necesarios y que el rol de la Superintendencia es proteger al asegurado, supervisando y controlando a las compañías y a los productores, donde lo que está cambiando es la forma en que la SSN ejerce dicho control, supervisa e inspecciona. El objetivo del organismo es ir hacia el cumplimiento de estándares internacionales y aplicarlos en la actual gestión. La modernización va a permitir tener la póliza digital, un registro digital del siniestro, y saber si el seguro estaba efectivamente pagado con la norma de bancarización, todo lo cual lleva a ordenar el mercado y brinda capacidad de información a la Superintendencia para entender la solidez de una compañía. En materia de solvencia y capitales mínimos, se ubica dentro de un esquema que tiene un enfoque basado en riesgos.
Juan Pazo, Superintendente de Seguros de la Nación, analiza en exclusiva para INFORME la actualidad del mercado argentino de seguros.
– ¿Quién es Juan Pazo y cuál es la trayectoria que lo lleva a ocupar actualmente el cargo de Superintendente de Seguros de la Nación? ¿Cuál es el desafío más grande que le plantea su gestión?
– Soy abogado y tengo experiencia básicamente en el mundo corporativo. En lo profesional, trabajé fundamentalmente en Argentina y en Estados Unidos. Ya ni recuerdo en qué año comencé a trabajar en la actividad privada como director de una serie de compañías, enfocado especialmente en el área de la dirección ejecutiva. Llego a la Superintendencia de Seguros de la Nación luego de haber sido el Jefe de Gabinete de la Unidad de Información Financiera (UIF), por una propuesta del Ministro, donde básicamente nuestro desafío era el desarrollo del mercado de capitales y de la enorme posibilidad de crecimiento de esta industria, focalizándonos especialmente en cómo lograr que los fondos que administra la industria del seguro se vuelquen a la economía real. El desafío de esta propuesta fue muy atractivo. Hace años que no ejerzo efectivamente la abogacía, pero como soy abogado corporativo, me dediqué fundamentalmente a la compra-venta de compañías, así que mis últimos años tienen más que ver con balances que con proyecciones financieras.
En el tema del seguro, claramente uno está aprendiendo constantemente y mi principal desafío tiene que ver con una buena gestión, con generar un equipo de trabajo técnicamente sólido con gente que venga de la industria y nos dé un soporte efectivo para poder conducir esta gestión.
– ¿Qué Superintendencia encontró al asumir y qué SSN proyecta a corto y mediano plazo? ¿Cuáles son las modificaciones profundas en las que están trabajando?
– Me encontré con un Organismo que atrasaba. Creo que lo más importante que me pasó cuando asumí es que al poco tiempo tuve que ir a la reunión de ASSAL (Asociación de Supervisores de Seguros de Latinoamérica) en Chile y recibí un mapa que actualmente presento en todas las exposiciones donde se muestra cómo nos veía el regulador mexicano, y ahí me asusté porque dije: «Así nos ven». El mandato que tenía, del Presidente al Ministro, era volver a ser un país normal e intentar cumplir con las mejores prácticas internacionales. Cuando me vi en el mapa junto con Venezuela y Nicaragua, fue un shock importante, porque creo que lo regulatorio también acompaña la salud y la solvencia del mercado. Ahí me di cuenta que tenemos que trabajar mucho en la parte interna de la Superintendencia, en nuestro rol de regulador. Probablemente en el mediano plazo, cambiando nuestro rol de regulador, esos cambios que se produzcan internamente se van a traducir en cambios en el mercado. Respecto a dónde quiero llegar, creo que se trata de un proceso y no va a ser corto. La aplicación en el mundo de normas de Solvencia II con un enfoque basado en riesgo, tardó muchos años. De hecho, la aplicación de IFRS para los balances va a cumplimentarse en 2021. De modo que, se trata de procesos. Creo que más que a dónde quiero llegar, se trata de hacia dónde quiero ir, y queremos ir hacia el cumplimiento de estándares internacionales y aplicarlos en la gestión actual de la Superintendencia. Para nosotros, volver al IAIS (International Association of Insurance Supervisors) o ser miembros activos de OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) no es algo declamativo, sino que es el eje de nuestra gestión. Cada uno de estos organismos internacionales donde nos comprometemos a participar, nos obligan a una serie de medidas que van a generar cambios de mediano y largo plazo, no sólo para la Superintendencia sino para la gestión. Claramente, lo que uno ve es que estos son cambios que tienden a perdurar, que es lo más importante, ya que son transformaciones y no meros cambios. El segundo punto es que estos cambios impactan en el mercado, en la vida real, en la vida cotidiana de las compañías y de los asegurados, en tener mejores productos en compañías más sólidas y confiables, con capitales más sanos. Un ejemplo típico es la norma de enfoque basado en riesgo para capitales, para realmente entender en qué invierten las compañías, si son sanas y sólidas financieramente. La modernización nos va a permitir tener la póliza digital, un registro digital del siniestro, y vamos a poder saber si el seguro estaba efectivamente pagado con la norma de bancarización. Todas estas medidas de modernización nos dan capacidad de información a la Superintendencia para entender la solidez de una compañía. ¿Por qué? Porque si una compañía emite ‘equis’ cantidad de pólizas, nosotros vamos a saber los capitales que está necesitando. Cuando vea los siniestros online, vamos a saber cuáles son las reservas que tiene que tener. La realidad es que lo que estamos buscando, junto con el Ministerio de Modernización, es tener capacidad de análisis de esa información prácticamente en tiempo real, con la carga directamente de las compañías de manera digital a una nube, y que nosotros desde la Superintendencia analicemos vía sistemas -en primer lugar-, sistemas de alerta temprana y de minería de datos, y por otro lugar, tener la capacidad de cruzar esa información con sistemas que nos permitan cruzar los datos de pólizas, siniestros e inversiones. Esta es la forma en la que trabaja el mundo y hacia allí tenemos que ir. En noviembre ya van a estar los balances en línea y para marzo 2018 ya debería estar terminado el proceso de bancarización y trazabilidad de la cobranza, así como el reempadronamiento de Productores Asesores en forma digital. Una vez que tengamos la trazabilidad de los pagos, vamos a poder implementar la póliza digital y tener la capacidad de cruzar las pólizas contra los pagos, para comprobar que la póliza esté efectivamente pagada.
Además hay un proyecto de desburocratización del Estado, que incide directamente en algunas áreas del seguro, porque va a permitir la firma digital y evitar el papel, permitiendo que uno pueda con un código QR demostrar el pago de la póliza de seguro, que eso sea vinculante para el policía que te para, y que con ese código QR se pueda saber si esa póliza está -o no- al día. Considero que este tipo de normas de modernización llevan a ordenar el mercado.
– Se puede hablar entonces de un proceso de saneamiento importante del mercado de seguros…
– Lo que va a haber es un sinceramiento del mercado, donde vamos a conocerlo en realidad. Esto es un poco lo que nos va a permitir tener una estadística más confiable. No puedo hablar de ‘saneamiento’ del mercado porque no conozco los resultados. Considero que los controles son necesarios y ese es nuestro rol. Es decir, nuestro rol es proteger al asegurado, y ¿cómo lo protegemos? Supervisando y controlando a las compañías y a los productores, básicamente ese es nuestro rol en beneficio de un tercero que es el asegurado. ¿Y cómo ejercemos ese control? Nos parece que lo que estamos cambiando es esto, la forma en que ejercemos el control, supervisamos e inspeccionamos. La modernización hoy nos da herramientas para que esto sea, primero, mucho más sofisticado y, segundo, para que el acceso a la información sea más rápido. Esto permite monitorear la realidad del mercado de manera mucho más fehaciente.
– ¿Cuáles son los alcances de la Resolución SSN 40.761 del pasado 30 de agosto sobre cobranza de premios? ¿Se llegó a un acuerdo respecto a las controversias generadas por la Resolución 40.541?
– Para mí el diálogo es muy sano, y lo que permite llegar a buen puerto en este tipo de discusiones es tener buena fe de las partes en el diálogo, que sea sincero. Y encontré que la gran mayoría de los Productores -diría que 21 de las 22 Asociaciones- están apoyando la medida, la cual necesitó aclaraciones y trabajamos en ellas. Pero, ¿cuál es el fin de esta medida? La protección del asegurado así como también de la industria aseguradora. Aquí lo que buscamos es la trazabilidad de los pagos. ¿Por qué? Por varios motivos; el primero es protección al asegurado, para que la persona que paga sepa que ese pago se imputa efectivamente a su póliza, lo cual evita la comisión de fraude. Hemos hecho inspecciones y hemos encontrado casos donde no son Productores de Seguros, sino meros intermediarios que hacen un ejercicio ilegal de la venta de seguros y cobran la póliza. Esta es la realidad. Hemos encontrado gente que no declaraba las pólizas. Hemos realizado actividades conjuntas con la UIF, la AFIP y algunas municipalidades, resultando en que hemos clausurado algunos lugares donde se vendían seguros. Entonces, ¿qué busca esta norma? Combatir esto y regular el ejercicio legal. ¿Cómo lo regula? Dándole trazabilidad al pago, donde la bancarización y trazabilidad del pago ayudan a la formalización, a la inclusión financiera, y a nosotros en la Superintendencia nos da un mejor control, porque el otro efecto que existe es gente que paga el seguro pero rota constantemente de compañía, donde la realidad es que paga dos cuotas, después deja de pagar y quizás se va a otra compañía donde hace lo mismo, porque lo que le importa es el comprobante de pago y no estar efectivamente cubierto, lo cual genera desprotección en los terceros. La realidad es que la mejor forma de combatir esto es teniendo información, y que ésta pueda ser vista por quien controla en tiempo real.
– ¿Cuál es su análisis sobre el bajo desarrollo del seguro de Vida y Retiro en Argentina, especialmente comparado a los seguros Patrimoniales? ¿Los argentinos no tenemos cultura aseguradora?
– Existen muchos seguros obligatorios en Argentina, que constituyen el 70% de la masa de los seguros, donde quizás hay poca profundidad de seguros no obligatorios. Creo que la cultura aseguradora viene por ahí, por generar la conciencia al asegurado de cuáles son los beneficios que le brinda este producto, ya sea desde el ahorro y la planificación familiar en el seguro de vida con capitalización o de retiro con ahorro, hasta el seguro de hogar que en Argentina no tiene demasiada penetración. Luego, existen otros efectos que son macroeconómicos. ¿Por qué no existen grandes seguros de caución para obras? Porque no había obra pública. ¿Por qué no hay desarrollo del seguro para hogar? Porque muchas veces va de la mano de la persona que tiene un crédito a 30 años, donde su casa es un método de ahorro, y en Argentina el crédito hipotecario no existía. Durante los últimos 12 años no tuvimos crédito, ya que era el 0,8% del PBI, lo cual prácticamente no existe. Toda la serie de medidas que está tomando el gobierno nacional va a llevar al crecimiento de la industria. Los números son bastante claros en lo que es el crecimiento proyectado de la inversión genuina para la Argentina en 2018, lo cual va a decantar en que haya un aumento de las primas. Algunas personas decían que con la bancarización iban a caer las primas pero, de hecho, hoy en términos reales subieron un 13%. Por lo tanto, el seguro está subiendo. Cuando la economía crece, el seguro tiende a crecer. Considero que con más control, todavía va a tener una mayor penetración, pero el fuerte del crecimiento no está en los seguros obligatorios, sino en generar una cultura aseguradora y en desarrollar en Argentina el seguro de vida con capitalización o de retiro con ahorro.
– Considerando la experiencia de los años 2001-2002 y que en Argentina no se puede proyectar de aquí a seis años, ¿considera que el seguro de retiro tiene posibilidades de desarrollo en nuestro país?
– Sí. La Argentina tiene un hito que es haber colocado un bono a 100 años. Por lo tanto, hay gente que volvió a creer que Argentina es un país en el que se puede confiar. Tenemos que volver a generar confianza, y que nosotros volvamos a creer. El gobierno está haciendo lo imposible por generar confianza, y existen muchos hechos que demuestran que dicha confianza se está volviendo a generar. Hay emisión de deuda corporativa de empresas en pesos a diez años; existe emisión de títulos en dólares a treinta años; hay una vuelta del crédito hipotecario a treinta años. Por lo tanto, existen muchos números de la economía que demuestran que hay una vuelta de la confianza y también un cambio cultural donde la gente vuelve al ahorro y, de este modo, al seguro de retiro con ahorro o a la compra de una casa. Son dos maneras de ahorrar. Antes no existía la posibilidad. Nuestro gran desafío es generar confianza.
– ¿Cuáles fueron los objetivos de la Resolución SSN 40.422 que modificó el régimen de reaseguros en Argentina? ¿Qué mercado reasegurador proyectan desde la Superintendencia?
– Un mercado normal. Cuando vimos ese mismo cuadro, nos encontramos junto con Irán y Venezuela. Un mercado de reaseguros cerrado no existe, es una contradicción. ¿Por qué? Porque el reaseguro es la diversificación del riesgo y la realidad es que esta última debería tender a ser global. El segundo punto es que el mercado reasegurador era menos sólido que el asegurador, es decir, funcionaba como un broker no como un real negocio de reaseguros. Por otro lado, era tan pequeño y las compañías tenían tan poco patrimonio, que muchas veces no podían cubrir obras de envergadura que se estaban pensando para el futuro en la República Argentina. ¿Qué imaginamos desde la Superintendencia? Un mercado de reaseguros local fuerte, que ataque riesgos específicos y que también pueda operar, pero que determinados riesgos -catastróficos o de un volumen más grande- puedan ser directamente reasegurados en el exterior. Creo que las reaseguradoras lo entienden porque, en general, primero existe un núcleo de compañías que son internacionales, para las cuales fue un alivio porque saben cómo funciona el mundo, donde este camino ha sido recorrido por Brasil de manera exitosa años antes. Y por otra parte, las reaseguradoras locales también entendieron, ya que muchas veces fueron forzadas a hacerlo porque de un día para el otro las obligaron a nacionalizar -por un tema de divisas- el reaseguro. Entonces, se tuvieron que adaptar a las condiciones de ese mercado, y debido a esto la norma para salir del reaseguro total es gradual.
– ¿Qué reflexión hace sobre el seguro ambiental? ¿Lo considera un seguro de caución?
– Hoy sí. Este no es sólo un tema argentino sino que se discute en el mundo. Realmente, el seguro de caución es más efectivo a los efectos de la reparación porque ésta es inmediata. Existen grandes países centrales que están aplicando el seguro de caución porque es una forma más efectiva de remediar inmediatamente. En Argentina, la tarifa era cara y había pocos jugadores. Hoy aumentó el número de jugadores y la tarifa bajó sustancialmente, lo que falta es control para que se remedie. Creo que el Secretario de Medioambiente está trabajando muy bien al respecto. Se tomaron medidas de cambio importantes, así que se está trabajando bien. Por lo tanto, lo veo muy bien encaminado, después la discusión de qué tipo de seguro es, se está dando hoy en el mundo para determinar si es -o no es- un seguro de caución, pero la realidad es que éste funciona muy bien en muchos países del mundo.
– ¿Cuál es su visión sobre el desarrollo de póliza de Directores en nuestro país?
– Existe en la mayoría de los países del mundo pero es muy compleja. En Argentina, debería estar autorizada la póliza de Directores pero hay un tema de montos.
Lo primero que está cambiando es hacia dónde va la Superintendencia en términos regulatorios de las pólizas. Nosotros vamos hacia un esquema de pautas mínimas, donde lo primero que vamos a hacer es que si uno cumple con determinadas pautas mínimas, que van a estar establecidas por la Superintendencia, las compañías van a tener la libertad de ofrecer nuevos productos. Y este es el caso de la póliza de Directores. Si la Super no contesta en tiempo oportuno, la póliza va a ser automáticamente aprobada y se va a poder ofrecer al mercado. Claramente, la Superintendencia no puede ser un obstáculo para el desarrollo del mercado, antes no era así. Obviamente, no sólo van a tener que cumplir una norma de pautas mínimas, de requisitos legales, sino que van a tener que tener el dictamen de un auditor, la firma de un abogado y la responsabilidad de los directores. Esto le debería dar dinamismo al mercado y nos debería dar la oportunidad de que no seamos un cuello de botella para los nuevos productos que las compañías están intentando ofrecer. Me parece que es un cambio enorme porque también brinda una gran transparencia al mercado y genera una mayor responsabilidad de las aseguradoras, porque van a tener que poner determinados responsables del producto que están vendiendo, quienes también van a ser responsables por el producto que están ofreciendo. No conozco el caso particular de la póliza de Directores, pero cuando llegue inversión corporativa o extranjera, en muchos casos trae aparejada una póliza de este tipo para los directores que vienen a operar a la Argentina, con lo cual, seguramente está ‘linkeada’ a esta situación. Por lo tanto, es una necesidad que va a existir en el mercado, porque al venir inversión genuina, es una póliza que se requiere internacionalmente.
– ¿Cuál es la agenda de la SSN en materia de la actividad de organismos internacionales de regulación de seguros?
– Argentina va a ser sede de la IAIS (International Association of Insurance Supervisors) en junio de 2019. Para nosotros es un orgullo pasar de estar fuera del mundo a recibir a todas las Superintendencias que son miembros del IAIS en la República Argentina, para ver temas de regulación y de mejores prácticas. Además, es una oportunidad enorme para el mercado y para la Superintendencia en términos de capacitación de sus empleados, para entender hacia dónde vamos. También creo que es una muestra de apoyo del mundo respecto a que confía que realmente estamos en un proceso de cambio.
En materia de solvencia y capitales mínimos, reitero que estamos dentro de un esquema que tiene un enfoque basado en riesgos y para ello estamos trabajando primero en un mapeo de riesgos de la Superintendencia de Seguros de la Nación y también del mercado. No existe un enfoque basado en riesgos sin un mapeo interno y externo de éstos. Creemos que necesariamente tenemos que seguir este camino porque la Argentina quiere ser miembro pleno de OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) en tres años, y el Comité número 18 donde Argentina participó es uno de los más importantes de esta Organización en materia de pensiones y seguros -ya son 23 los Comités donde participa la Argentina- y es una decisión del Presidente de la Nación de que Argentina sea miembro pleno, con lo cual vamos a trabajar para adaptarnos a la normativa.