Director de C & T Asesores Económicos

«En la medida en que la macroeconomía se estabilice, cabe esperar un mayor dinamismo de la inversión, fenómeno que puede potenciarse si el gobierno actual obtiene un resultado favorable en las elecciones»

 

1. ¿Cómo analiza el esquema macroeconómico del actual gobierno?

Para analizar el esquema macroeconómico del gobierno actual es preciso notar que sus opciones de política económica están fuertemente condicionadas por la acumulación de notables desequilibrios que generó el gobierno anterior. Entre ellos, baste mencionar el elevado déficit fiscal, el atraso cambiario, el default, la distorsión en los precios de los servicios públicos, el cepo cambiario, el aislamiento internacional, entre otros.
En este contexto, considero completamente acertado el objetivo central del gobierno de lograr una macroeconomía más ordenada. En esta lógica, una parte importante de los desequilibrios mencionados ya fue encarada con gran velocidad; otra, básicamente el déficit fiscal y el atraso de las tarifas, se está corrigiendo en forma gradual. Esto genera críticas de algunos economistas, que proponen un ajuste más veloz en estas áreas también, pero creo que el gobierno está actuando correctamente. Por más que uno pueda coincidir con otros colegas en lo imperioso de reducir el déficit fiscal, tanto los costos iniciales en materia de actividad como los políticos y sociales asociados con esa estrategia pueden ser difíciles de tolerar para una porción de la sociedad, lo que podría derivar en una perniciosa vuelta atrás en materia política. Por ello, considero que el llamado ‘gradualismo’ que el actual gobierno lleva a cabo es adecuado. Claramente, moderación no puede ser sinónimo de inacción, puesto que el enorme desequilibrio fiscal conspira contra el dinamismo que requiere la economía para resolver el problema más profundo, que es la pobreza.

2. ¿Cómo evalúa la política que lleva adelante el Banco Central?

Uno de los efectos negativos del gradualismo fiscal es que obliga al Banco Central a una política monetaria muy contractiva para poder lograr los objetivos de inflación, la cual se manifiesta en una alta tasa de interés. A su vez, esto favorece el ingreso de capitales financieros, los que, sumados al endeudamiento externo del sector público, presionan a la baja el tipo de cambio y complican la competitividad argentina.
Teniendo en cuenta esta restricción fiscal, el comportamiento del Banco Central es adecuado de cara a lograr su objetivo inflacionario. La principal crítica que haría es que creo que haber cambiado el instrumento de política monetaria generó confusión: debería haberse mantenido la tasa de la Lebac de corto plazo.

3. ¿Qué opina de las medidas adoptadas por la administración Macri en materia de inflación?

La convicción en la lucha contra la inflación es sumamente destacable en el gobierno. Pero la tarea es muy compleja porque la corrección del atraso cambiario y tarifario que dejó el gobierno anterior va en contra de la baja de la inflación. A pesar de ello, hay un éxito indudable: la inflación este año rondará el 20%, la más baja en diez años.
Para que este proceso se consolide es crítico que el gobierno vaya reduciendo el déficit fiscal, ya que sólo será duradera la baja de la inflación si hay consistencia entre las políticas fiscal y monetaria.

4. ¿Qué proyección hace para el tipo de cambio luego de octubre y cómo analiza la política monetaria de la actual gestión?

El tipo de cambio real o ajustado por inflación es el relevante para el funcionamiento macroeconómico. Por el ingreso de capitales y la aún elevada inflación se mantiene en un nivel bajo en términos históricos. En la medida en que la actividad repunte y baje la tasa de interés, la flotación que permite el banco central redundará en un alza del tipo de cambio nominal. Estimamos que puede cerrar el año en torno a $/US$ 17.70

5. ¿Cómo analiza los indicadores en materia de actividad industrial, creación de empleo, distribución del ingreso y pobreza?

La actividad económica comenzó a recuperarse en el tercer trimestre del año pasado pero a un ritmo desparejo por sector y no constante, ya que hubo mayor dinamismo a fin del año pasado, un freno en el arranque de este año y un repunte en mayo. Es una señal positiva, insuficiente como para generar un cambio de expectativas muy fuerte o lograr cambios muy significativos en el mercado laboral. Sin embargo, en la medida en que vaya acompañada de una baja de la inflación, va a ayudar a reducir la pobreza, aunque muy levemente. En cualquier caso, la lucha contra la pobreza requiere no sólo una economía en expansión sino también una buena gestión del Estado en diversas áreas, algo que el actual gobierno está logrando.

6. ¿Qué consecuencias genera la política de endeudamiento del gobierno?

El enfoque gradual que adoptó el gobierno para reducir el déficit fiscal combinado con la reducción del financiamiento monetario lleva inexorablemente a más endeudamiento. Que el gobierno pueda adoptar este enfoque y no se vea obligado a un ajuste drástico como otros de la historia argentina, es consecuencia de un nivel de endeudamiento bajo como punto de partida y una extraordinaria abundancia de financiamiento internacional. Esta combinación es la que hace que el actual endeudamiento no sea tan peligroso. De todos modos, como cualquier proceso de endeudamiento, no puede extenderse al infinito, lo que requiere que el gradualismo se termine plasmando en una efectiva reducción del déficit fiscal. La trayectoria que planea el gobierno, de implementarse, termina estabilizando el endeudamiento en nivel no riesgoso. Si las favorables condiciones financieras internacionales actuales se vieran modificadas, el gobierno deberá ser más agresivo en el ajuste fiscal para que la deuda no se transforme en un riesgo.

7. ¿Por qué no se produjo aún «el brote verde» en materia de inversión? ¿Es rentable hoy la inversión productiva en Argentina?

La debilidad de la actividad económica, el bajo tipo de cambio real y las elecciones son factores que frenan la inversión pero no la impiden; de hecho, la inversión acumula dos trimestres consecutivos de suba y se verifica un mayor dinamismo en el segundo trimestre.
Hay fuerte crecimiento de la inversión pública, y esto seguirá en los próximos años en función de los planes que tiene el gobierno. Para la inversión privada, con el actual gobierno hubo una innegable mejora del clima institucional, que es condición necesaria para que haya inversión, pero el bajo nivel de tipo de cambio real condiciona la rentabilidad de algunos proyectos. En la medida en que la macroeconomía se estabilice, cabe esperar un mayor dinamismo de la inversión, fenómeno que puede potenciarse si el gobierno actual obtiene un resultado favorable en las elecciones.

8. ¿Cómo impacta en la economía real argentina y en su sistema financiero la grave crisis política, institucional y económica que atraviesa Brasil?

La crisis de Brasil ya viene afectando a la actividad económica argentina desde 2014. Entre fines del año pasado y principios de éste empezó una recuperación que favoreció al país, sobre todo a la industria automotriz y relacionadas. Pero la turbulencia política reciente, además de derivar en una depreciación del peso, pone en riesgo ese proceso.
La flotación cambiaria que administra el Banco Central ayuda a contener el impacto de lo que ocurre en Brasil pero no impide que sea una traba para la actividad económica principalmente. Es probable que Brasil atraviese una situación inestable durante un buen tiempo, lo cual no es positivo para la Argentina, pero a mediano plazo terminará siendo positivo.